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Entrevista con Emilia Gómez
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Entrevista
¿En qué ha cambiado la visión que tienes de la tecnología, desde que eras usuaria hasta ahora, que te has profesionalizado en torno a ella?
Cuando empecé a estudiar, por ejemplo, en el colegio o en el instituto, mi visión era muy de “la tecnología por la tecnología”, es decir, quiero aprender a programar, quiero saber más de matemáticas, quiero saber un poco más de ciencia. Descubrir cómo crear con la tecnología.
Ahora, tengo una visión de la tecnología como una herramienta. Hoy en día, la tecnología digital es la más ubicua, la que todos utilizamos, y tiene un gran potencial. Por eso estudié una ingeniería, para escoger una herramienta e intentar hacer frente a un problema.
La tecnología es una herramienta muy importante que nos puede empoderar para resolver los problemas que tenemos en la sociedad.
A raíz de la capacidad de influencia que tiene la tecnología, ¿Crees que es importante que la juventud, independientemente de si luego elijen una carrera tecnológica o no, se formen y adquieran competencias técnicas?
Por supuesto, y no solo a nivel usuario. Porque la parte de usar una tecnología no te empodera para crear con esa tecnología. Es decir, creo que en el mundo actual y en el futuro, desde una persona abogada a una historiadora, es muy beneficioso que tenga un conocimiento de cuáles son las tecnologías que tenemos actualmente, sobre todo en el área digital, y cómo usarlas en su profesión. La formación técnica la veo como algo indispensable actualmente.
¿Qué te llevó a estudiar tu carrera?
Me gustaban mucho las matemáticas y las ciencias. Pero no las ciencias puras como un conocimiento, sino como una forma de solucionar problemas. Por eso, la ingeniería de las telecomunicaciones fue mi elección. Es una ciencia aplicada.
¿Cumplió la carrera con tus expectativas?
La verdad es que sí. Yo siempre lo digo, es una carrera que te da muchas herramientas para aprender cosas muy diferentes. De hecho, yo por ejemplo me dedico a la música, a la inteligencia artificial, pero hay colegas de carrera que trabajan con satélites o en ingeniería aeroespacial.
¿Cuál dirías que es el papel que juega ahora mismo la mujer en el sector?
Creo que la mujer ya no se considera una minoría. Hay muchas mujeres que están trabajando en el sector y se las considera igual de capaces que a un hombre. Actualmente, se reconocen muchas iniciativas como la vuestra, de mujeres que trabajan en el sector digital. Por tanto, creo que ahora es un buen momento para la mujer, para que tenga cada vez más impacto en cuáles son las tecnologías que se desarrollan hoy en día.
¿Por qué es necesario que la mujer forme parte de un sector que culturalmente ha estado masculinizado?
Porque si la tecnología la desarrolla un equipo de personas diverso, ese producto será mejor. Tendrá todas las opiniones y todas las versiones diferentes. Por eso, se intentan construir equipos diversos y la mujer es fundamental. Yo por ejemplo soy zurda, y a veces, vemos que una puerta que ha sido diseñada solo por diestros, los zurdos no las podemos abrir. Pues esto es lo mismo, si las tecnologías solo la desarrollan hombres, esas tecnologías no serán útiles para las mujeres.
La mujer tiene que estar ahí para desarrollar las tecnologías que necesitamos tanto mujeres como hombres. El campo digital da lugar a empleo y riqueza económica, por lo que queremos que las mujeres también accedan a esto. La tecnología es una herramienta de poder, y queremos que este poder esté repartido entre mujeres y hombres.
¿Crees que existen algunas barreras para que eso a día de hoy no sea así?
Hay unos obstáculos culturales. Yo lo he notado más a la hora de tener una familia. Cuando estudias la carrera estás de igual a igual, pero cuando empiezas a tener hijos, comienzas a entender un poco los problemas. Hay culturalmente una mayor responsabilidad de las mujeres en el cuidado de los hijos y en la responsabilidad del hogar. Poco a poco, necesitamos que los hombres también formen parte.
Casi todas las mujeres que conozco que han triunfado en su carrera, sus parejas han correspondido y se han hecho responsables en la educación de los hijos e hijas. En mi caso también ha sido así. Tenemos una responsabilidad compartida.
¿Existen obstáculos en el propio ambiente profesional?
Yo creo que en realidad el sector TIC es bastante más abierto, porque en realidad hay muchas posibilidades de trabajar, tanto hombres y mujeres. Eso permite a la pareja conciliar mejor. Hay un estereotipo más abierto en cuanto a una mujer. Creo que por ejemplo, en el ámbito que yo trabajo, inteligencia artificial o tecnología de la música, es un ámbito muy avanzado.
¿Has vivido algún momento en el que te haya costado más llegar a algo por ser mujer?
Hay muchos pequeños detalles, con gente más mayor o de otra generación. Realmente, te encuentras con algunas personas que tienen sus sesgos o sus estereotipos y tienes que explicarles. Pero grandes conflictos no he tenido. Es más, me lo he tomado un poco con humor. Alguien que te pide si puedes llevarle un café. Ciertas personas tienen un sesgo ya adquirido y no lo hacen con mala fe. Y no solo los hombres, muchas mujeres también. Yo he tenido que hacer frente a los sesgos que tenía. Todos tenemos que ser conscientes y luchar contra ello.
¿Qué les queda a los puestos responsables de las empresas para facilitar la conciliación?
Creo que hay que facilitar la conciliación, pero no solo para las mujeres, también para los hombres. Cuando por ejemplo, un compañero se queda trabajado muchas horas, también está perjudicando a su familia. Tiene que ser algo de todos y todas. A las empresas yo les diría que, tener a mujeres en sus equipos va a hacer que mejoren los productos que tienen, va a mejorar su productividad y va a mejorar sus resultados económicos. Eso se ha demostrado. Las empresas que tienen a mujeres directivas tienen mejores resultados. A las mujeres hay que darles oportunidades e incentivos. A veces, estamos luchando sin incentivos y es complicadísimo. Hay incluso mujeres a las que les cuesta hasta trabajar, ganando poco o buscando a alguien que cuide de sus hijos. Entonces hay que incentivar, que la mujer se sienta realizada y le merezca la pena su trabajo y su carrera.
¿Crees que es importante empezar a trabajar desde los niveles inferiores de educación, para que los niños y niñas crezcan con otra conciencia cultural?
Creo que es fundamental. Los estereotipos están ya desde la etapa más temprana. Hay estudios que dicen que un niño ya en educación infantil tiene modelos de rol y modelos a seguir. Tenemos que tener el modelo de igualdad en casa, y en la escuela.
¿Qué acciones podría haber en el ámbito educativo?
Es importante la visibilización de científicos y tecnólogos y de científicas y tecnólogas cuando se ponen ejemplos en clase. Siempre en la docencia se pueden poner modelos a seguir tanto de hombres como de mujeres. Hay que dar una imagen de la tecnología, a niños y niñas, que pueda ser atractiva para ellos. Por ejemplo, los cursos de robótica o los cursos de programación, hay que hacerlos neutros para que sean atractivos para todos. Hay que mentalizar tanto a los padres como a los profesores.
¿Has tenido alguna persona mentora o referente que te inspirara?
No he tenido la suerte de tener ningún mentor, pero he tenido a muchas compañeras que me han guiado. De hecho, en la sociedad de la que soy presidenta ahora, hay una realización que se llama Woman in MIR y somos una organización de mujeres que queremos animar a chicas a que hagan investigación en nuestro ámbito y hacemos varios programas. Hacemos uno de mentorías para chicas de instituto, hacemos otro programa de financiación para ir a congresos para mujeres jóvenes.
He contado con muchas compañeras que me han servido de modelo al ver cómo han afrontado su carrera, su familia. Tengo una gran referente que es Heleine Chuck, profesora en París, ha trabajado en muchos países y también en música y tecnología. Tenemos como una red de mujeres que trabajan en nuestro ámbito y que me han servido de referente y modelo.
¿Realmente estamos avanzando en conseguir una igualdad de género en el sector TIC?
Hay muchas iniciativas. Lo que creo importante ahora es monitorizar el impacto que tienen estas iniciativas, si de verdad estamos consiguiendo mayor representatividad de la mujer en el sector TIC. Con todo lo que se está haciendo, creo que se está consiguiendo un gran avance. Esperemos que esto haga crecer el número de mujeres en ingeniería. Y esto se refleje a largo plazo.
¿Qué retos son prioritarios ahora mismo?
Como científica que soy, creo que tendríamos que evaluar el impacto de todas las iniciativas. Ver la evolución de la mujer. El reto es hacer que estas mujeres que empiezan una ingeniería lleguen a desarrollarse plenamente. Es decir, a poder hacer un seguimiento en los diferentes estados de la carrera y darles soporte. Hacer una política de acción más completa.
¿Qué oportunidades plantea el escenario de la Inteligencia Artificial?
La IA es una de las tecnologías más relevantes, actualmente y en el futuro. Es como cualquier otra tecnología, una herramienta para afrontar los retos de la sociedad. Es una oportunidad para la mujer de estar presente en su desarrollo.
Un consejo para esa chica que está decidiendo qué hacer con su futuro
Yo la animaría. Con la ingeniería puedes dedicarte al ámbito que más te motive. Y además, ayudar a solucionar los problemas de la sociedad. Tenga un interés en el ámbito sanitario, en el ámbito del arte y hasta de las lenguas, es fundamental. Si alguna no sabe qué estudiar, la tecnología digital podrá utilizarse en cualquier ámbito del conocimiento.
¿Qué le dirías a esas mujeres que, dadas las circunstancias actuales, se encuentra barreras como problemas de conciliación u obstáculos personales?
Tienen que seguir adelante. Y sobre todo las animaría a desarrollar la carrera profesional que ellas quieran. Sin ningún condicionante externo o cultural. Las mujeres tenemos gran potencial y que nunca sientan que son menos o que tienen menos capacidad que sus compañeros.