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Entrevista con Pastora Valero
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Entrevista
Empecemos por tu trayectoria personal. ¿Estudiaste una carrera STEAM?
Yo soy una ejecutiva en una empresa tecnológica de ámbito mundial pero mi formación no es técnica. Trabajo diariamente con personas ingenieras y matemáticas pero realmente llevo la parte de asuntos públicos y relaciones institucionales para CISCO en Europa, Medio Oriente, África y Rusia. En este marco hablo de la digitalización y de la revolución tecnológica con Gobiernos y reguladores, analizando su impacto en nuestra economía y sociedad. No estoy diseñando productos. No trabajo desde un puesto técnico pero estoy en una empresa técnica.
Entraste en contacto con el ámbito tecnológico una vez acabada la carrera. ¿Cuál era tu visión de la tecnología cuando eras una estudiante?
Cuando era estudiante la tecnología no formaba parte de mi vida cotidiana. No tenía ni ordenador, ni teléfono móvil. Tenía una visión más abstracta de lo tecnológico. Hoy en día la revolución digital nos impacta mucho más. Todo está conectado. Y justamente lo que me apasiona es trabajar en un sector donde se están revolucionando tantos aspectos de nuestra vida y nuestra economía; desde la agricultura hasta la educación o la sanidad. La tecnología tiene un impacto sobre los valores y veo como estamos mejorando en muchas áreas. Por lo que hoy me parece algo mucho más tangible, tanto en mi vida personal como profesional.
¿Basándote en tu experiencia, piensas que es importante para los jóvenes adquirir competencias técnicas independientemente de la rama profesional que hayan elegido?
Absolutamente. Independientemente que nos haga falta más estudiantes de carreras STEAM, está claro que en cualquier otra especialidad, las competencias digitales son claves. Varios estudios de la Comisión Europea indican que se requieren competencias digitales en el 90% de los empleos. Las necesitas, que seas médico, conductor o docente. En este aspecto, tienen que mejorar las políticas de acceso a la formación tecnológica en muchos países. España, por ejemplo, está por debajo de la media comunitaria respeto al Digital IT Index en tema de competencias digitales.
Centrándonos en el papel de la mujer en el sector TIC, ¿cómo percibes su presencia en el ámbito digital?
En España solamente el 24% de los estudiantes STEAM son mujeres. Si nos centramos en las TIC, la infrarrepresentación empeora, con una cifra del 12%, situándose 7 puntos por debajo de la media Europea. Esta brecha de género que percibimos en las carreras se traslada luego a la empresa. En España, en las ocupaciones STEAM que engloban Ingeniería y Matemáticas, las mujeres solamente llegan al 24% y en ocupaciones TIC, alcanzan el 16%. En CISCO, empresa tecnológica, se ve claramente que las TIC son un sector masculinizado. Estamos trabajando mucho para llegar a una igualdad y a una mayor diversidad, sin embargo tan solo el 24% de los empleados son mujeres, menos en puestos técnicos, donde son alrededor del 15%.
¿Cuáles son, según tu experiencia, las principales barreras que se puede encontrar una mujer para desarrollar su carrera en el sector? ¿Algún consejo?
Existen muchas barreras que encontramos desde la infancia. La mayoría están derivadas de los sesgos y estereotipos que se atribuyen a las profesiones STEAM. Por ejemplo, cuando se dice que son carreras para mentes brillantes, con perfil de freaky, con una estética masculina… Para contrarrestar la proliferación de estos prejuicios, faltan referentes y mentores femeninos que sean visibles en el ámbito familiar, en el centro educativo o en los medios de comunicación.
Cuando una niña ve a una referente, está claro que se duplica su interés por las STEAM pero ahora mismo las mujeres referentes en el campo de las ciencias todavía son invisibles. También habría que humanizar la Ingeniería y las Ciencias, insistiendo en su valor social y humano además de como ayudan a mejorar la vida de las personas.
Luego, en la empresa, me parece muy importante el tema de la conciliación y de la flexibilidad. En este sector persiste una percepción masculinizada de la organización del trabajo, poco flexible, poco enfocada a la conciliación familiar y laboral. Todo aquello se podría mejorar gracias a herramientas como el teletrabajo, las videoconferencias, etc.
Por otra parte existen barreras auto-impuestas. Hay que creer y confiar más en una misma, sin ponerse límites. Creo que para conseguirlo, tenemos que apostar por la educación y la formación. Debemos trabajar en fomentar el emprendimiento a todos los niveles y educar en valores igualitarios para evitar reacciones discriminatorias. Está comprobado, por ejemplo, que por culpa de los sesgos inconscientes, una start up liderada por una mujer obtendrá menos inversión que otra liderada por un hombre. Es sabido que las empresas montadas por mujeres suelen ser más innovadoras y tener más éxito pero a pesar de ello persisten los prejuicios. Eso tiene repercusiones, porque estamos dejando de financiar proyectos que tienen mucho potencial.
Nos has hablado de lo importante que te parece poder tener referentes. Podrías decirnos si hay algún/a mentor/a que te ayudara a desarrollarte profesionalmente? ¿Has tenido algún referente femenino que te inspirara o guiara?
Para mi, la mayor inspiración femenina siempre ha sido mi madre. Una mujer luchadora, trabajadora, en una época en la que la mayoría de las mujeres no trabajaban. En el ámbito empresarial, quisiera hablar de otra figura: el sponsor. Es un poco distinto del mentor. Un sponsor adquiere un compromiso personal, por lo que el éxito de la persona esponsorizada le incumbe directamente. Implica que el o la sponsor sea consciente de que todos tenemos que aportar y contribuir a crear este pipeline de mujeres de talento que puedan ir creciendo dentro de la empresa. De hecho, hemos creado una iniciativa llamada The multiplier effect que propone actuar en este sentido. Es decir, apoyar a una joven profesional para que siga avanzando y tenga éxito.
Hemos hablado de la imagen de la mujer en el sector TIC. ¿Crees que existen estereotipos? ¿Podría compartir alguna anécdota personal sobre esto con nosotros y nosotras?
Está claro que los estereotipos son numerosos. De hecho, tengo una anécdota sobre los eventos en los que participamos en colaboración con movimientos como Greenlight for Girls, que actuan para motivar la vocación STEAM de las niñas. Muchas veces, las ingenieras que participan van con tacones, pintadas… y es curioso, porque las chicas se sorprenden de ver a ingenieras femeninas en su forma de ser y de vestirse, como si no fuera posible en este tipo de profesión. Puede una ser glamurosa e ingeniera, y reivindicarlo. A las niñas siempre les divierte mucho este tema.
¿Por tu experiencia, piensas qué estamos avanzando para conseguir la igualdad de género real y efectiva en el sector TIC?
Estamos avanzando muy lentamente. Todavía, como te comentaba, los modelos femeninos no se conocen en este campo. Si preguntas a cualquiera, cuesta mucho trabajo que te nombre a 4 mujeres científicas o que hayan sido relevantes en el mundo de la tecnología. Eso ocurre precisamente porque siguen siendo invisibles. Por eso es tan importante que contribuyamos todos, tanto los medios de comunicación, como la empresa dentro de su propia estructura, a hacer visibles esos modelos y referentes, con el objetivo de duplicar el interés. En este sentido, el estudio del Foro económico mundial de la web, señala que si no tomamos medidas más radicales, ¡la brecha de género en las TIC no acabaría hasta el año 2133!
¿Cuáles son los tres o cuatro ejes en los que podrían incidir los y las responsables de las empresas del sector para mejorar la integración de la mujer en sus plantillas?
Creo que es importante ser consciente de lo que puede aportar la diversidad, y por consiguiente formar equipos con mayor variedad de género, de edad, de cultura… Está demostrado que las empresas que han entendido esto son más competitivas, creativas y tienen mejores resultados económicos. Ya no estamos hablando de un tema de responsabilidad social, sino de un objetivo empresarial. Esto es un mensaje que está calando en todo el mundo empresarial.
Por otra parte, me parece imprescindible el compromiso directivo en el más alto nivel de la empresa. Por ejemplo, en Cisco, tenemos casi el 50% de mujeres en el Comité de dirección. Luego, se tiene que trasladar a todos los niveles. También insistiría en el compromiso público, es decir en hacer visibles las acciones y colaboraciones realizadas para la igualdad de oportunidades desde la dirección. Desde CISCO hemos firmado compromisos con la Unión Europea, por ejemplo, sobre prácticas en la contratación, búsqueda de talentos, promoción de liderazgo…
Y para acabar, habría que desarrollar iniciativas en el momento de reclutar, retener y promocionar. Se puede incidir en la diversidad de entrevistadores, y también en la selección de cv. Por ejemplo, he publicado un puesto para Rusia hace unas semanas y de 154 currículos, unos 20 eran de mujeres. En este caso tenemos la responsabilidad de equilibrar el pipeline de candidatos. Después conviene incentivar el talento por igual. Por ejemplo, con cursos, programas, dando visibilidad interna a la mujer, con el positive ranking…
Una vez dentro del equipo, es esencial cuidar la conciliación y tener cierta flexibilidad horaria. En CISCO España, el 90% de nuestros empleados y empleadas utilizan indiscriminadamente herramientas como CISCO webex, que facilita este proceso. El hecho de pensar la conciliación para hombres como para mujeres me parece imprescindible para poder incentivar la corresponsabilidad.
Todo lo que acabamos de hablar tiene y tendrá un fuerte impacto sobre la vida de los y las jóvenes. ¿Qué te gustaría decirles?
Qué no se guíen por estereotipos. La sociedad necesita tanto chicos como chicas en ocupaciones STEAM, porque detrás de cada innovación tecnológica hay científicos/as, matemáticos/as o ingenieros/as que inventan y desarrollan productos. Tenemos que contar con toda la diversidad de talentos. También les diría sobre todo a las chicas que no se auto-limiten. Espero que nuestros hijos e hijas vean un futuro donde el papel de la mujer esté absolutamente normalizado y que no se hable ya de mujeres líderes sino de líderes.