La ciberseguridad: una necesidad de diversidad de perspectivas
Son varios los estudios que analizan las denominadas profesiones del futuro asociadas a la transformación digital pero, no tenemos que mirar tan a largo plazo pues la realidad es que estas profesiones se están creando en nuestro presente. Las nuevas generaciones ya se están formando, configurando sus personalidades y aspiraciones y, por ello, el futuro es presente.
La ciberseguridad es y será sin duda uno de los pilares de la sociedad digital y de todo el ámbito empresarial en general. Un sector que por su reciente aparición y rápido crecimiento, prevé una importante demanda de puestos de trabajo y de perfiles, tantos propios como asociados. Hablamos pues de futuro profesional, en el que no se pueden obviar de ninguna forma valores como la justicia social y la necesidad de diversidad de perspectivas.
Y por todo esto, es una gran noticia el nacimiento de Women4Cyber Spain, el capítulo español de la Fundación Europea sin ánimo de lucro Women4Cyber, asociación fundada por la Organización Europea de Ciberseguridad que busca potenciar el talento femenino en el ámbito de la ciberseguridad.
“Es fundamental contar con el talento femenino en todos los sectores y muy especialmente en los que tienen un alto potencial de crecimiento, como son la tecnología y la ciberseguridad”.
Eduvigis Ortiz, presidenta y fundadora de Women4Cyber
La asociación cuenta con 4 andaluzas en su Junta Directiva: Concepción Cordón, Maica Aguilar, Soledad Antelada y Mar López Gil. Porque las mujeres andaluzas tienen mucho que decir en un sector que cuenta actualmente con escasa participación femenina, y por lo que se está trabajando en la creación de comunidades para la promoción de mejores prácticas, la visibilización de referentes femeninos, la promoción de programas de formación para atraer talento femenino, el apoyo y definición de políticas en este sentido, y el establecimiento de alianzas a nivel público y privado. ¿Los objetivos? Aumentar la presencia de mujeres en I+I en ciberseguridad y tecnologías emergentes, y potenciar su presencia en el mercado laboral.
El reto de no incrementar las brechas existentes en el sector, como la brecha digital y de género, que cuentan con tan alto crecimiento e inversión, ha de ser una de las prioridades. Vamos en busca de una tecnología más inclusiva y participativa, en la que es indispensable la perspectiva femenina y el papel de las mujeres como productoras en las fases de diseño, creación y desarrollo.