“Continuar en los avances de transformación digital y tecnológica sin olvidarse de las personas”. Esta es la filosofía que, cada vez más agentes del sector digital están reclamando para lograr, que la tecnología realmente sea una aliada para una sociedad y un mundo mejor, poniendo el foco en las personas y en su bienestar.
Y es que, de la mano de tecnologías como la inteligencia artificial, surgen cuestiones como ¿la automatización va a acabar o empeorar las condiciones de algunos puestos de trabajo? ¿las nuevas tecnologías suponen una reproducción de sesgos, e incluso un empeoramiento de las brechas sociales?
Ante esta preocupación, parece que existe una posición homogénea por parte de quienes están liderando el sector. En palabras de Federico Linares, presidente de DigitalES, “Creemos en la función de valor, en una tecnología por y para las personas, humanista“.
Hablamos pues de brecha digital y de brecha de género, que afectan a colectivos denominados como vulnerables, y que marcan hoy las consideraciones éticas y deontológicas, así como normativas relacionadas con las TICs. A nivel nacional, Jorge Navais, CEO de Ericsson en España, defiende que “Tenemos que entender que el principal reto no es la tecnología per se sino preservar el estado de bienestar que hemos recibido traspasarlo a nuestros hijos y nietos. Este es el gran reto“.
El fomento de las vocaciones, el camino hacia la humanización tecnológica
Y, ¿cómo garantizar una visión humanista en el diseño y desarrollo tecnológico? Pues a través de la diversidad y la inclusión en los equipos de trabajo, es decir, en los agentes y activos que protagonizan estos procesos. Nos encontramos entonces, ante el mayor reto que la era de la transformación digital se encuentra: la falta de talento.
Las STEM y el sector TIC suponen ya no solo el futuro de las profesiones, sino el presente. La digitalización abarca a todos los sectores, a toda la sociedad y la economía a nivel mundial y, sin embargo, no existen suficientes personas para ocupar la demanda de empleo que las empresas necesitan.
Hasta Tik Tok, red social por antonomasia del público más joven y una de las herramientas más eficaces de la actualidad educativa, es consciente de esta problemática y se ha puesto manos a la obra, lanzando un nuevo feed dedicado a contenidos STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) para usuarios de toda Europa. Esta campaña ya está dando resultados, viendo crecer globalmente los contenidos de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas en un 24% desde su lanzamiento (más info).
Potencial para transformar la sociedad
Impulsar el papel de la mujer del sector TIC, para cerrar así la brecha de género, significa aprovechar el potencial para transformar la sociedad. Como bien apunta María Arribas García, CMO&Business Development Director de QALEON (Tech, IA, BI) y Fundadora de getHERtalent (Innovación Social), “hablamos mucho de IA, pero dependiendo de cómo alimentemos estos sistemas, y del sesgo introducido a la hora de entrenarlos, tendremos una sociedad inclusiva o no”.
Y es que la transformación de la sociedad solo se puede entender como evolución si se lleva a cabo en base y con respeto a los derechos humanos. La Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible marcan, en este sentido, la hoja de ruta para reflexionar sobre las consideraciones básicas en tecnologías de mayor riesgo, como la Inteligencia Artificial. Por ello, entidades internacionales están creando líneas específicas para abordar estas posibles problemáticas, como la UNESCO, que ha creado su iniciativa Women4EthicalAI. Cecilia Celeste Danesi, investigadora en el Instituto de Estudios Europeos y Derechos Humanos (UPSA), autora del libro “El imperio de los algoritmos” y miembro de la plataforma “Women4EthicalAI” (UNESCO), recuerda: “El auge de la inteligencia artificial está afectando profundamente nuestros derechos humanos. Las redes sociales y las plataformas digitales, desde los motores de búsqueda hasta los servicios de mensajería y aplicaciones como Glovo, Uber o Airbnb, que han transformado nuestra economía, están gobernadas por algoritmos. Dado que la IA es una parte integral de nuestras vidas y aprende de nuestras conductas y de la información que le proporcionamos, absorbe tanto aspectos positivos como negativos. Con frecuencia, estos algoritmos influyen directamente en cuestiones de género, diversidad, derechos humanos y discriminación”.
Una perspectiva inclusiva para el futuro
Un estudio de Harvard Business Review ha concluido que los equipos compuestos con diferentes perfiles tienen una mayor capacidad para resolver problemas complejos hasta un 87% más eficazmente que equipos homogéneos.
El Objetivo de Desarrollo Sostenible 5 (ODS 5), busca lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y niñas, es fundamental para el futuro tecnológico por varias razones, pero principalmente porque fomenta la diversidad, la equidad y la inclusión en un sector que es vital para el desarrollo económico y social. Al promover la igualdad de género y empoderar a las mujeres en tecnología, se asegura un futuro más innovador, justo y sostenible, a través de: