¿QUÉ REVELA ESTE MAPA Y QUÉ LO COMPONE?
Imagina que estás frente a un mapa digital: capas de calles, rutas, servicios, iluminación, transporte. Ahora pregúntate: ¿están estas capas diseñadas teniendo en cuenta a toda la sociedad? ¿O invisibilizan trayectorias, tiempos de vida y modos de moverse que predominan entre las mujeres?
Este pequeño ejercicio es justo el punto de partida para cuestionar cómo los sistemas de información geográfica (GIS) —aquellas “herramientas neutras” que mapean el mundo — pueden, sin quererlo, reproducir desigualdades de género, raza o clase. Porque… ¿Has mirado alguna vez un mapa y te has preguntado quién puso sus líneas, quién eligió sus colores o qué datos quedaron fuera? ¿quién definió el mapa y que se invisibilizó? Ese “quién y qué” importa más de lo que parece cuando hablamos de tecnología, territorio y género.

CARTOGRAFÍA DIGITAL: LA TECNOLOGÍA QUE “TRAZA” EL MUNDO
Los sistemas de información geográfica (GIS) y las cartografías digitales son herramientas poderosas que “ordenan” el espacio. Pero si sus datos, estándares y metodologías se diseñan sin contemplar género, raza o clase, pueden reproducir injusticias invisibles.
- Estudios como Gender Inequalities: GIS Approaches to Gender Analysis muestran cómo los GIS pueden servir para visibilizar desigualdades… pero también para ocultarlas si no se usan con conciencia.
- Y en las Gender & GIS: Guidance Notes, se advierte de que la ausencia de datos desagregados por sexo limita el análisis espacial con perspectiva de género.
Te planteamos un pequeño reto antes de seguir leyendo: Observa un mapa digital de tu ciudad (transporte, acceso a barrios, equipamientos). ¿Cuántos servicios orientados al cuidado (guarderías, centros día) aparecen marcados con detalle?
¿POR QUÉ HABLAR DE GÉNERO EN GEOTECNOLOGÍAS?
Porque el espacio no es neutral. La manera en que lo definimos, lo representamos y lo analizamos refleja valores, poder y visibilidad. Y las mujeres —y otros grupos subrepresentados— suelen ver su experiencia territorial ignorada por los sistemas cartográficos.
- Trayectorias invisibles
Muchos mapas urbanos están diseñados para flujos “hombre‑trabajo‑casa”, pero no para flujos múltiples donde la mujer equilibra trabajo, cuidados, compras y ocio. Esta invisibilidad crea rutas, paradas, servicios y políticas que favorecen a quienes encajan en el modelo estándar.
Un ejemplo reciente explica que los análisis geográficos tradicionales tienden a ignorar cómo el cambio climático y la infraestructura afectan de forma distinta a mujeres y hombres.
- Datos que no reflejan lo “normal”
Una investigación sobre contribuciones al OpenStreetMap desvela que solo un pequeño porcentaje de quienes colaboran son mujeres, y esto afecta a qué se mapea, cómo y para quién. Las tecnologías GIS se nutren de datos históricos, censos y fuentes que tradicionalmente no han captado la diversidad de los roles de género.
Ozdenerol lo define claramente: “GIS puede servir para ilustrar la distribución y el acceso a recursos… empezando por ‘poner el género en el mapa’”.

- Mapas que reproducen jerarquías
Como señalan los análisis críticos de cartografía feminista, los mapas pueden “naturalizar” lo existente y ocultar la perspectiva de quienes no han tenido voz en la construcción territorial.
Cuando los algoritmos deciden sin perspectiva, se consolidan mapas con “zonas invisibles”: barrios sin equipamientos, rutas sin iluminación, y servicios sin visibilidad. Es la geotecnología que excluye.
Continuamos con los retos: Observa tu barrio: ¿cuántos parques infantiles, bancos de descanso, y centros de día están mapeados? ¿Cuántas rutas “seguras para caminar de noche” aparecen? ¿Crees que están pensadas para experiencias diversas?
MUJERES QUE GIRAN EL COMPÁS CARTOGRÁFICO
La buena noticia: ya hay mujeres liderando la transformación del territorio digital, y la tecnología puede usarse para revertir invisibilidades si se diseñan prácticas inclusivas:
- GeoChicas: Colectivo de mujeres mappers que trabaja con OpenStreetMap en cartografía colaborativa, para visibilizar feminicidios, accesibilidad. Cuidados y derechos en Latinoamérica y España.
- Proyectos de mapeo participativo (PGIS) comunidades lideradas por mujeres aportan conocimiento local —ej. mujeres mapeando agua y recursos— y corrigen mapas que solo consideraban economías masculinas, empoderando comunidades rurales para “dibujar sus propios mapas”, visibilizando rutas de mujeres, recursos locales y necesidades reales.
- Aplicaciones de GIS sensibles al género, como «GIS for Gender Equality: An Outlook». Life in GIS, que permiten, por ejemplo, localizar zonas con mayor riesgo de violencia para mujeres o con menor acceso a servicios de salud femenina. Estas iniciativas refuerzan que la cartografía puede ser feminista, social y transformadora.
Te traemos el siguiente reto: Investiga si en tu municipio existe alguna iniciativa de mapeado participativo. Si no, ¿qué capa añadirías tú al mapa para hacerlo más feminista?
HACIA UN GIS CON MIRADA INTERSECCIONAL
Para que el mapa realmente incluya todas las voces y experiencias, debemos trabajar estas líneas:
- Recolectar datos desagregados por sexo, edad, género, etnia, para que los mapas “vean” realidades plurales (un principio clave de las Guidance Notes).
- Auditar mapas y algoritmos para detectar zonas “gris” invisibles: servicios que no aparecen, trayectorias omitidas, datos faltantes.
- Visualización responsable, evaluaciones éticas y de impacto: antes de desplegar una tecnología de mapas, preguntarnos: ¿quién queda fuera? ¿qué realidades no se están midiendo? Es decir, usar mapas no sólo para mostrar lo que ya existe, sino para plantear preguntas: ¿dónde falta? ¿qué rutas no se muestran? ¿qué equipamientos no están marcados?
- Capacitación continua: formar perfiles diversos en STEM y geotecnologías para que la geografía digital tenga múltiples miradas.
- Equipos mixtos e interdisciplinarios que participen en el diseño de GIS: cartógrafas, sociólogas, desenvolvedoras…
- Transparencia y participación: que las comunidades aporten al mapa, cuestionen capas y definiciones, sean co‑productoras de su territorio.
- Evaluaciones éticas y de impacto:
TERRITORIOS SIN SESGOS, REDES SIN GRIETAS
Los mapas no solo muestran el mundo, lo construyen. Los mapas digitales llevan la promesa de hacer el mundo más comprensible y navegable. Cuando se diseñan con perspectiva —género, raza, edad, contexto— se convierten en herramientas de justicia, participación y cambio.
El tercer miércoles de noviembre se celebra el GIS Day, y por ello te invitamos a mirar tus mapas, tus trayectos y tus rutas con otros ojos. Porque el “mapa perfecto” no es el que lo marca todo, sino el que da voz a lo que estaba en silencio.
Así que la próxima vez que veas un mapa, pregúntate: ¿Qué capa falta? ¿Quién no aparece? ¿Y qué haré yo para que se añada? Porque, en definitiva, el mapa no solo muestra el mundo… también lo puede cambiar.