22 de diciembre de 2022
La brecha de género en las carreras STEM persiste no solo en la etapa educativa, sino también en la profesional. Según diferentes estudios, son pocas las mujeres que llegan a puestos de decisión y liderazgo en ámbitos científicos y tecnológicos, y aún menos las que logran mantenerse en el tiempo en estos puestos. Por ello, para invertir esta tendencia, está justificado plantearse y reflexionar acerca de las razones que frenan el desarrollo e incluso empujan a las mujeres a “caer” por la tubería de fugas de talento femenino en el sector TIC.
La necesidad del desarrollo de las STEM y las nuevas tecnologías, en plena era de la transformación digital y para aumentar y mantener nuestra calidad de vida, es reconocida y valorada como una prioridad por los gobiernos a nivel mundial. Es un escenario donde la innovación da lugar a mejoras en nuestra vida cotidiana, donde se asegura la cobertura de nuestras necesidades primarias y, tal y como vimos durante la pandemia, son capaces de salvar vidas. Sin embargo, la mayoría de estos avances han sido vistos históricamente como dominios masculinos, manteniéndose en el tiempo una clara necesidad de extenderlos a las mujeres, implicándolas en el diseño de una sociedad más igualitaria y eficiente.
Aumentar la diversidad en la ciencia y la tecnología es, por tanto, uno de los principales objetivos de numerosas acciones e iniciativas en los últimos años, que como WomANDigital ponen sus esfuerzos en aumentar el interés desde edades tempranas entre las chicas. Pero además del aumento de vocaciones, para cubrir la demanda prevista de profesionales en estos sectores, existen más retos en los que trabajar para tapar esa persistente fuga de talento femenino.
Un ambiente hostil y mucha carga de trabajo
Más mujeres que hombres dejan sus puestos en roles relacionados con la tecnología. En concreto, un 45% más de mujeres que hombres las que lo hacen, y de esas, la mitad los dejan antes de los 35 años, según el informe “Social Impact Report 2021-2022” publicado por InnovateHer.
Para indagar en esos factores que contribuyen a que las mujeres TIC, no terminen sus estudios o se queden a medio camino en sus trayectorias profesionales, se han realizado investigaciones como la realizada por las autoras del artículo ¡Ya terminé con esto! Mujeres que abandonan las carreras de ingeniería.
Los resultados de dichas entrevistas en profundidad apuntan, entre otras razones, a la existencia de un ambiente frío y hostil en las clases o a la carga de trabajo de un currículo excesivamente exigente. Otros factores que afectan al aislamiento de las mujeres son la falta de modelos a seguir y la incongruencia percibida entre el rol de género femenino y los roles STEM en la sociedad. Estos motivos provocan un debilitamiento de la autoeficacia de las estudiantes, es decir sienten que estas carreras encajan mejor con los hombres, y erosiona su sentido de pertenencia, incluso haciéndolas considerar abandonar su título de ingeniería. Una salida, resultado de un proceso por el cual las estudiantes experimentan falta de motivación y deciden no continuar con su formación universitaria.
Conciliación y maternidad
En la siguiente franja de edad, de los 30 a los 45 años, se suma la incidencia de un aspecto fundamental para esa exclusión profesional voluntaria. Nos referimos a la maternidad como indicador realizado exprofeso, que revela que las mujeres abandonan en mayor medida el sector digital que los hombres. Las barreras subyacentes al problema son estructurales, sesgos y estereotipos, implicaciones personales y elementos culturales, que dificultan compaginar ser madres y la crianza con el ascenso profesional.
Son muchas las mujeres que lo dejan por un tiempo, y encuentran grandes dificultades para regresar en las mismas condiciones a sus puestos de trabajo, o sienten que han perdido oportunidades respecto a sus compañeros en el periodo de crianza, y terminan renunciando al no encontrar un ambiente propicio para retomar sus carreras en igualdad de oportunidades.
Lo dejo a los 50
Pero no solo se aprecia un abandono temprano, también se aprecia una nueva tendencia de mujeres alrededor de los 50 que dejan de trabajar o sueñan con hacerlo. Un fenómeno a nivel internacional denominado como la Gran Dimisión o Gran Renuncia, y que hace alusión a un aumento considerable de las jubilaciones adelantadas. Aquellas mujeres que lograron romper techos de cristal, deciden pues dar un paso atrás cuando alcanzan la mediana edad.
En este sentido la fundación Lean In de Sheryl Sandberg, ejecutiva de referencia que hace poco dejó de ser la cara visible de Meta, realizó una encuesta a mujeres de mediana edad a través de la plataforma Noon. Los datos recopilados señalaron que el 71% de ellas sentían que la edad era una desventaja en el entorno laboral y la mitad habían experimentado sexismo y discriminación en razón de la edad al llegar a la menopausia.
Fomentar la persistencia, contribuir a la continuidad
¿Cómo ayudar a que las mujeres persistan y logren cumplir sus objetivos profesionales? ¿Cómo conseguir un desarrollo científico y tecnológico más diverso? El optimismo, la resiliencia, la confianza, son las cualidades apuntadas por las personas expertas como aquellas que pueden ayudar a las estudiantes a superar los obstáculos y barreras que encontrarán en sus carreras académicas y profesionales.
Incluir una perspectiva de género en los campos de la ingeniería puede proporcionar también, una ruta prometedora para retener a las estudiantes. Aumentar la visibilidad de referentes para paliar el sentimiento de pertenencia, a través de la inspiración e identificación, que afecta a su vez a la persistencia en carreras o ámbitos masculinizados. Proporcionar un sistema de apoyo sólido y planes de igualdad sirve de estímulo para que las mujeres prevalezcan en la ciencia y la tecnología. Y, por supuesto, facilitar un entorno social y educativo que reduzca los estereotipos de género, debe ser la base para la próxima generación de científicas, ingenieras, investigadoras y tecnólogas. Para que crean en sí mismas y en sus posibilidades de éxito en una trayectoria tan longeva como ellas quieran.