Referentes

Entrevista con Alicia Romero

¿Qué hace una publicista en el mundo de la tecnología? Nos lo cuenta Alicia Romero, consultora estratégica que dio el salto a las TIC a través de una oportunidad laboral. Tras dos décadas en el sector, sin duda anima a las jóvenes a conocer las posibilidades y transversalidad que ofrece, pero todavía considera queda mucho camino por recorrer para alcanzar la igualdad. Las Superwoman, deben ser solo en una ficción, se necesitan medidas reales para que las mujeres no tengan que elegir entre su vida personal y profesional.

Personal

Un hobby.

Esquiar. No puedo vivir sin la nieve. Por el deporte y porque es un momento familiar, de amistad, en un entorno maravilloso.

Un lugar.

La playa.

Un libro.

El que me estoy leyendo “21 lecciones para el siglo XXI”.

Una película.

La última serie que he visto “Todos quieren a Daisy Jones”.

Un personaje.

Soy muy fan de Wonder Woman.

Una app.

Listonic, ayuda mucho porque te permite hacer listas y compartirlas con quien quieras.

Una palabra que te defina.

Ocurrente.

Entrevista

Para empezar, háblanos de tu trayectoria personal y profesional, desde que elegiste tus estudios universitarios hasta tus diferentes experiencias profesionales.

Me licencié en Publicidad y RRPP, que en principio no tiene nada que ver con el camino TIC que luego he seguido. Cuando terminé mis estudios académicos y empecé en el mundo laboral, no tenía muy claro dónde ir. Surgió una oportunidad en Sadiel, donde estaban buscando un perfil distinto al tecnológico. Se estaba empezando a hablar en tecnología de la importancia de la gestión del cambio, y en concreto era un puesto para ayudar a las personas usuarias en las dificultades y los retos que suponía la llegada inminente de las nuevas tecnologías. Buscaban a una persona capaz de empatizar y comunicar, y así empecé en las TIC. Después me fui hacia otras áreas como el análisis funcional y la consultoría, y a lo que más me gusta, el diseño de soluciones para el cliente.

¿Puedes hablarnos de alguna persona que haya sido tu mentora y que te ayudara a desarrollarse profesionalmente? ¿Has tenido alguna persona referente que te inspirara o guiara?

Más que una persona como tal, hablaría de muchas personas que me han servido de refuerzo. Aunque sigo y observo lógicamente a algunas gurús o CEO de empresas muy potentes, han sido más referentes algunas compañeras del día a día, como analistas o programadoras más cercanas a mi realidad y mis dificultades del día a día, como la conciliación. He admirado a muchas compañeras directas y han sido inspiración lo que he observado en ellas.

¿Cuál era tu visión de la tecnología cuando eras apenas una estudiante y cuál es tu visión actual? ¿Cómo ha cambiado?

Cuando era estudiante la tecnología e Internet estaban despuntando como herramientas fundamentales de apoyo y ayuda. Actualmente pienso que se ha convertido en el quinto poder, y más aún si pensamos en Inteligencia Artificial ahora que tanto se habla de las IA generativas.

¿Crees que es importante para los jóvenes adquirir competencias técnicas independientemente de la rama profesional que se elija?

Absolutamente, las habilidades digitales son claves y es ineludible formarse en ellas. La gente joven lo hace motu proprio, porque empiezan ya a través de las redes sociales. Y en el currículum educativo ya se recoge la asignatura de tecnología. Pero más que centrarnos en ayudarles a aprender el uso de herramientas tecnologías, yo empezaría a dotarles de pensamiento crítico y ética en la toma de decisiones. Cada vez se habla más de competencias digitales, pero no solo como la capacidad de usar la tecnología, sino como la de comprender cómo utilizarla con criterio. Se está empezando a hacer, se habla mucho de alfabetización digital que recoge este currículum, y que incluye la formación de las personas en el uso y en saber cómo utilizarlas, porque resulta fundamental además con la llegada para quedarse de la inteligencia artificial.

¿Cómo fue ese salto hacia el ámbito tecnológico?

Fue una oportunidad profesional en mis inicios, e incluso me coincidió cuando estaba comenzaba a formarme en el desarrollo de aplicaciones. Estaba empezando a mezclar estos dos mundos, introduciéndome en las TIC para entender muchas de las cosas que luego he desarrollado en mi carrera profesional. Fue fundamental lo que he hecho en la vida y cómo lo he hecho, la oportunidad de trabajar en el sector TIC me ha favorecido en cuanto a oportunidades. Indudablemente, las posibilidades profesionales que he tenido en cuanto a poder elegir, y al contrario, porque soy una persona creativa, me gusta construir cosas…he tenido la suerte de que las personas que me han rodeado lo han visto como un valor añadido, y me han dejado dejar volar mi imaginación, he retroalimentado ambos mundos.

¿Animarías por tanto a las jóvenes andaluzas a lanzarse a este sector según tu experiencia y por qué?

Absolutamente. En este sentido con motivo del 8M estuve consultando la campaña de la Unesco de este año, que se centró en la innovación y la tecnología para la igualdad de género, y no podría estar más de acuerdo. Para mí es uno de los pilares del empoderamiento femenino. Las animaría no solo a estudiar carreras técnicas, sino a profundizar en el desarrollo profesional que se avecina con el nuevo paradigma en torno a ellas. Y no pasa por estar delante de una pantalla picando código, que es la imagen a la que se suele asociar a la tecnología y al análisis de sistemas.

Hay muchos perfiles distintos en el sector TIC y muchos que se van a ir creando con la inteligencia artificial. Por todo ello las animaría no solo por las posibilidades profesionales de este sector sino porque hay muchos perfiles dentro del mismo. E incluso otras carreras que no son TIC, pueden encaminarse y especializarse en temas relacionados con ellas. Parece que solamente las mujeres con expedientes académicos brillantes y sobresalientes en el bachillerato se animan a dedicarse a las TIC, algo falla en ese punto.

¿Cuál crees que es la imagen social que se tiene de las mujeres profesionales del sector TIC? ¿Crees que existe un estereotipo?

Los referentes en la vida son fundamentales, uno aspira en la vida a lo que ve, copia modelos. Cuando vemos a mujeres en tecnología están a un nivel muy alto. Somos muy pocas y es difícil que las chicas vean mujeres como yo, que desarrolle su carrera profesional en las TIC, a nivel intermedio y cotidiano. Y eso hace que la gente se lo piense, porque se asocia a que exigen mucho nivel, son difíciles. Es necesario que las mujeres hablen de lo que han estudiado, lo que han hecho y lo que hacen.

¿Has tenido alguna anécdota personal sobre esto?

Hace 3 o 4 años, estábamos con clientes, y en un momento dado dije que tenía una hija, y le sorprendió que la semana siguiente fuera a viajar. Me llamó la atención que este alto cargo le sorprendiera, y no asumiera que una mujer profesional fuera capaz de organizar su vida para cumplir con las obligaciones familiares y profesionales. Y más aun estando ya en una situación con cierta responsabilidad profesional y en pleno siglo XXI.

¿Cómo ves el papel de las mujeres en el sector TIC? ¿Cuáles son los principales obstáculos a los que se enfrentan en el desarrollo de su carrera en el sector y para alcanzar el liderazgo?

En mi caso, cuando entré a trabajar en el este mundo hace 20 años, éramos una minoría. A día de hoy no ha cambiado como yo esperaba. En el sector sigue habiendo una pérdida de talento e incluso un retroceso del empoderamiento femenino. Las mujeres siguen sin desarrollar sus carreras al más alto nivel, básicamente porque tienen que elegir entre su carrera profesional y personal. Creo que la sociedad ha avanzado más en cuanto a cuestiones políticamente correctas, pero las mujeres siguen siendo frenadas porque tienen que elegir, y cuando dan el paso están eternamente cuestionadas. Con lo cual ellas mismas, o las que vienen detrás, están agotadas por tener que justificar todo el tiempo por qué están allí, porque son una entre diez. Esto acaba con las aspiraciones de muchas de nosotras.

¿Por qué es importante que las mujeres forman parte del diseño y desarrollo científico y tecnológico? ¿Qué puede ocurrir si el 50% de la población sigue sin estar representada en el sector?

Puede pasar como en otros sectores. Tengo a una amiga que trabaja en una consultora de género y me sorprende mucho cuando me cuenta las cosas que ocurren por ausencia de perspectiva de género en la medicina, el urbanismo o la industria farmacéutica. Precisamente uno de los principales sesgos que se trabajan en inteligencia artificial es el de género, y es el que se suele utilizar para explicar los sesgos en esta tecnología. De aquí a diez años, no se va a entender nada en la economía mundial que no pase por la tecnología, y si no estamos ahí, volveremos a estar en una situación de desventaja profesional y económica que impedirá que la mujer siga avanzando. La incorporación de la mujer a la tecnología es como decía la Unesco, fundamental para el empoderamiento femenino.

¿Crees que las mujeres tenemos unas cualidades innatas que pueden suponer una aportación positiva al desarrollo tecnológico?

La igualdad no supone que seamos iguales, porque por cuestiones antropológicas, culturales y sociales, tenemos diferencias. Tenemos maneras distintas de afrontar retos profesionales, desarrollar proyectos e ideas. Se desaprovecha mucho si falta el 50% del talento. Estoy a favor de la diversidad en todos los sentidos

¿Qué les dirías a los responsables de las empresas del sector para que impulsaran acciones para romper esa brecha de género?

Deben asegurar la equidad con medidas reales y palpables, en cuanto a contratación, políticas salariales y ascensos. Hay que impulsar esta equidad de forma activa, por la responsabilidad social que implica esta cuestión de género. Y potenciar la imagen pública de las mujeres, aumentando su visibilidad. Es muy difícil encontrar mujeres ponentes en congresos, dando charlas, recibiendo un premio…sin embargo te das cuenta en fechas como el 8M que las mujeres ocupamos puestos de gran importancia en las empresas. Hay que asumir esa responsabilidad de género, asumirla por parte de las empresas, asegurar unas condiciones básicas y contribuir a aumentar la imagen pública de las mujeres para visibilizarlas y que sirvan de referentes.

¿Qué papel juega la educación desde edades tempranas en cuestiones de igualdad y cómo viviste la maternidad a nivel profesional?

La educación es la base de la igualdad. Algunas políticas que se han tomado como la bajas por maternidad, son fundamentales y han ayudado mucho. Pero la educación desde muy pequeños y pequeñas es la base. Yo viví desafortunadamente de manera muy dura la maternidad. Me penalizaron por pedir reducción de jornada, cuando es un derecho. No solo no tuve ascensos que sí tuvieron mis compañeros, sino también en cuestiones de formación, no se me concedían. Y el 98% de las personas que habíamos pedido reducción de jornada éramos mujeres.

¿Cómo influye la maternidad en el desarrollo de la carrera profesional de las mujeres?

Cuando quieres desarrollarte profesionalmente, y no hace falta que llegues a dirigir una empresa, sino simplemente sentirse realizada profesionalmente, tienes que decidir. Y para las mujeres parece que ningún momento es bueno para la maternidad si quieres compatibilizarlo con tu carrera. En mi caso sabía, que la maternidad me iba a perjudicar, y esa es la diferencia con los hombres. Se plantean ser padres en cualquier momento y no hay ninguna pega.

Las mujeres seguimos asumiendo una parte del hogar mucho mayor que los hombres, muchas veces autoimpuesta por la sociedad que te obliga a ser una supermadre, apelativo que no me gusta porque nos condiciona. Y un hombre es igual de capaz de cuidar de sus hijos e hijas. Esto exige mucho esfuerzo, estamos condicionadas y es totalmente injusto. Todo esto hace que se retrase la maternidad o que solo tengas un hijo o hija. No pasa nada por pasar un año fuera, por ejemplo, lo que ocurre es que sabes que para las mujeres va a ser una parada, y para un hombre no.

¿Cómo ha sido tu experiencia en este sentido en el ámbito internacional?

Por mi momento vital, cuando estuve trabajando para Francia ya mi hija estaba más mayor y no necesitaba reducción de jornada, por ejemplo. Pero mis compañeras francesas, cuando hablábamos de esto no sabían de que les estaba hablando. No sé si por la empresa o por el país, pero no habían vivido estas cuestiones, como yo las recordaba.

¿Qué piensas de la sororidad, qué importancia tiene contar con una comunidad o red de contactos para el desarrollo profesional?

Este año para el 8M, como no me convencía la foto típica, con unas compañeras de trabajo puse en marcha una cadena de sororidad y fue el hashtag que utilizamos en Linkedin #cadenadesororidad. Y lo que hicimos fue que cada una recomendara un libro, una autora, un artículo, una serie…a tres o cuatro compañeras con la idea de crear esa cadena y dar a conocer esta palabra poco conocida. Es fundamental que entre nosotras nos apoyemos, ¿por qué no? Igual que los chicos han hecho tradicionalmente. No pasa nada en pensar en una compañera cuando necesitamos algo, es que lo necesitamos apoyarnos entre nosotras.

Contar con referentes, como tú, que aporten dosis de realidad, identificación e inspiración es fundamental. ¿Qué les diría a las jóvenes que se están planteando estudiar una carrera TIC?

Yo les lanzaría cuatro titulares o slogans: que valoren la diversidad porque enriquece, que trabajen la mirada crítica porque aporta perspectiva y siempre hace avanzar, que apuesten por ellas mismas porque sí se puede, y sobre todo sororidad, entre las chicas.