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Entrevista con Ángela Bermúdez
Personal
Un hobby.
Un lugar.
Un libro.
Una película.
Un personaje.
Una app.
Una palabra que te defina.
Entrevista
¿Cómo ha sido tu trayectoria hasta llegar a tu cargo actual?
Estudié Publicidad y Relaciones Públicas en España, y en Francia hice otra carrera a medio camino entre Publicidad y Diseño de Producto. No vengo de una carrera TIC, pero estudié asignaturas técnicas y de informática como parte de las de “libre configuración”, ya que es un área que me ha atraído desde que tengo recuerdos. Más adelante sí que obtuve formación relacionada con la tecnología y con metodologías muy utilizadas en nuestro campo a nivel de gestión, como Scrum. Soy la prueba de una reconversión al sector TIC.
Me fui de España en el momento de la crisis económica, cuando aún estaba estudiando, y estuve trabajando en diferentes empresas en el extranjero. No eran tecnológicas, pero sí con una proyección hacia ello.
Estuve en la Asociación Internacional de Ciudades y Puertos, que tenía como objetivo cambiar la imagen de las ciudades portuarias, e integrar toda la vida portuaria a través de la tecnología en estas ciudades. Ejercí además un tiempo como copywriter, en artículos de inspiración y divulgación relacionados con la tecnología. Después trabajé en el Comité Editorial del Parlamento Europeo volviendo a Córdoba para trabajar en el sector de la logística internacional, y a continuación llegué a “NoSoloSoftware”. Fue un cambio importante, y me enamoré completamente de la empresa, me di cuenta que era el lugar que estaba buscando, por su personalidad diferente y sus valores, que coincidían con los míos.
¿Cómo ha cambiado tu visión de la tecnología desde la que tenías cuando empezaste y la que tienes ahora?
Antes de entrar en la universidad, o siendo estudiante, estaba ocupada en otras cosas y no pensaba en ella demasiado. Y aunque siempre me ha gustado la tecnología y en casa siempre ha habido ordenadores, no me planteaba dedicarme necesariamente al sector TIC. Utilizaba básicamente la tecnología para mejorar mi vida.
Ahora, porque me muevo en ello todos los días, veo su potencial para solucionar problemas, para mejorar la operatividad diaria y solventar ineficiencias o futuras problemáticas, y eso me interesa muchísimo, el aporte de valor a la vida humana. Creo que habrá que reflexionar para qué se usa la tecnología, qué soluciona realmente y qué no. Porque ahora la tendencia es lo contrario, pensar que todo se soluciona con tecnología. Todos los sectores están en un boom de digitalización. Cuando lleguemos a una mayor madurez tecnológica será interesante ver qué equilibrio se produce.
Has tenido dos visiones, unos estudios que se asocian más a mujeres y una carrera más masculinizada. Al pasar de una a otra ¿has visto como el número de mujeres disminuía? ¿Cómo ha sido tu experiencia?
En mi primera etapa profesional éramos hombres y mujeres al 50%, pero evidentemente había muchas más mujeres que las que me he encontrado después en un sector como el de diseño y desarrollo de producto software, donde el número de hombres es muy superior.
A nivel de experiencia profesional, es un sector minoritariamente femenino. Actualmente no existe crecimiento en la universidad del número de estudiantes y de egresadas en informática. La presencia masculina es muy evidente porque es muy mayoritaria, eso es incuestionable y lógicamente influye en el sector. Pero una vez que accedes no es un sector especialmente bloqueador para la evolución de las mujeres. Según mi experiencia yo he crecido mucho hasta alcanzar un rol de responsabilidad. A pesar de ser menos mujeres en cuanto a número, no creo que sea un campo en el que sea tan difícil tener oportunidades para las mujeres, al contrario de otros sectores que pueden considerarse más tradicionales.
Los principales problemas son los que pueden darse en cualquier sector: dar por hecho que ciertas conductas masculinas son las que se necesitan para escalar en una compañía, o preferir hombres por otros motivos malentendidos de conciliación. En particular en mi empresa no nos encontramos con esos problemas, porque hay una política de igualdad completa o de crecimiento por méritos. Sin embargo, sí es difícil incorporar perfiles femeninos porque son difíciles de encontrar.
¿Crees que el sector TIC plantea una serie de escenarios que contribuyen a la generación de oportunidades y que signifiquen un avance hacia la igualdad de género?
Por supuesto, creo que en general para todos es el sector de las oportunidades, hay mucho que hacer y muchos espacios en los que desarrollarse. Y aparte, creo que lógicamente es un espacio donde conseguir una igualdad real y efectiva, porque se ha avanzado mucho en general, pero queda mucho más por avanzar. Para mí esa igualdad pasa por lograr cotas de poder en el sentido de responsabilidad, tomar decisiones, liderar equipos…Y es que las mujeres llevan mucho tiempo en el mercado laboral, también en las TIC, pero en ciertos roles seguimos siendo minoría. Para mí lo importante es tener en cuenta a esas mujeres que lideran el sector y que son verdaderos referentes en las que mirarse, y que, por tanto, rompen la tendencia. Además, como es un sector en el que todo es muy nuevo, hay posibilidades de hacer muchas cosas más allá de la mera producción, es un espacio de oportunidad para no repetir roles teniendo en cuenta que hay menos patrones heredados… Es más libre y existe la oportunidad de hacer las cosas de manera distinta.
En el momento que enfocas la evolución por mérito, compites con mayor igualdad y no dependiendo del género.
¿Cómo valoras que, al margen de la profesión que elijan las personas jóvenes, realicen formación en competencias tecnológicas?
Hay un conocimiento muy extenso a nivel general, pero no es más que como personas usuarias de tecnología. Esa competencia técnica de la juventud para mí es una asignatura pendiente. En el colegio yo particularmente estudié tecnología, pero estaba más orientada a la informática básica, algo de electrónica, circuitos etc. No sé cómo estará hoy, pero la incorporación de desarrollo software o algo de robótica, por ejemplo, suele gustar mucho en la niñez y adolescencia, y les acerca a un mundo con un gran potencial sentando las bases para que se genere un interés real por estas carreras.
A una edad más adulta, si hablamos ya de la universidad, está claro que las tendencias de cada persona están más marcadas, y está en ellos un mayor interés en adquirir competencias técnicas. Pero facilitar la oferta de estas asignaturas, o de estas opciones desde la etapa escolar, y despertar interés en edades tempranas, ayudaría, ya que en la mayoría de profesiones, incluso de “carreras” más tradicionales, acabarán relacionadas en diferente forma con las tecnológicas. Igual que se da matemáticas o literatura, sería estupendo incluir en el programa educativo más asignaturas que incluyeran un aprendizaje técnico.
¿Cuáles pueden ser las razones para esa mínima representación femenina en el sector en este caso de la informática?
Es un tema sobre el que se ha hablado mucho, y yo tengo mi propia teoría, pero creo que tiene que ver con unos estereotipos en el que solo ves a chicos. En informática, y quizás es extensible al sector TIC en general, cuando ves una película o una serie siempre es el mismo perfil de hombres, de una determinada manera, a veces con una vena cómica, masculinizados en su ropa y comportamiento, a veces poco sociales
Es difícil que una niña se identifique con esas personas. Y si aparece una chica, también lo hace frecuentemente en un rol muy masculinizado en cuanto a su forma de hablar, su ropa, etc.
Existe además una carencia en referentes femeninos en las TIC, así como desconocimiento sobre las posibles profesiones que surgen de las formaciones técnicas. No abundan las asignaturas o formaciones escolares donde se explique realmente qué se hace en dichas profesiones, a qué se dedican estas empresas; y lógicamente tiene que darse un deseo en un niño o una niña por conocer. Eso es más complicado si no tienes conocimientos de a qué te vas a dedicar en esta profesión.
Para mí la solución pasa por dos puntos fundamentales. Una parte muy importante de sensibilización como hace WomANDigital, y otra parte que corresponde a las empresas. Por ejemplo, nosotros participamos hace un par de años en un patrocinio con la UGR en un campus femenino de informática para niñas en verano, para fomentar que se acerquen al sector.
Además de impulsar iniciativas y eventos, a nivel de empresas sería interesante un aumento de confianza en las capacidades femeninas, incorporando perfiles femeninos, y entendiendo el gran aporte de valor que ofrecen las mujeres que lideran equipos. Para mí es fundamental el liderazgo de equipos.
¿Has contado con referentes a lo largo de tu vida que te hayan impulsado a lo largo del camino?
Mi madre no es del sector tecnológico sino del sanitario, pero tuvo la suerte de poder ir a la universidad, algo que en su generación no era tan común. Ha tenido siempre una visión amplia e igualitaria del potencial que puedes desarrollar si le pones esfuerzo. Y mi padre ha sido exactamente igual, así que en mi caso han sido mi principal motor y referente.
Otros referentes son algunos de mis compañeros actuales, entre ellos el CEO de NoSoloSoftware, Pedro Navajas, que tiene una visión abierta del potencial de las personas, sin distintivos de género. Y gracias a esa visión, cuando llegué a la empresa pude hacer cosas diferentes, y se me dio libertad para ir probando hasta llegar en el puesto que estoy ahora.
¿Crees que la conciliación va a tener que pasar por diferentes leyes? ¿Qué les falta a las empresas para que se den esas condiciones de igualdad real?
Escuchar más a las personas. Históricamente el mundo del trabajo ha sido diseñado solo para hombres, las mujeres se han incorporado a un mundo que no habían creado. Y ahí ya nos encontramos con unas jornadas laborales diseñadas para que una persona esté todo el día fuera, y otra persona todo el día dentro de casa. Nos estamos incorporando a un modelo que no ha cambiado y ahí se produce un problema de conciliación. Es urgente una revisión real del modelo.
Otro aspecto a tener en cuenta es la premisa existente de que cuanto más estés pendiente de la gente en un sentido de “ordeno y mando” más trabaja. Eso es una falacia. Es el compromiso de la gente con tu empresa lo que hace que vaya bien. Nosotros trabajamos 35 horas semanales en horario intensivo de mañana con una herramienta de gestión del talento propia llamada MIWO y sacamos más volumen de trabajo que otras muchas empresas. Al final tienes que demostrar que hay otros modelos óptimos en el mundo laboral incluso más productivos que los más tradicionales y que tienen que ver con la conciliación de hombres y mujeres.
El mundo se dirige hacia esa nueva forma de entender el trabajo, va dándose una evolución. En concreto en el sector TIC hay muchas diferencias con otros sectores en la forma de entender el trabajo y cómo se concilia, posiblemente por la naturaleza de las empresas enfocadas a producto y porque al haber tanta demanda de perfiles se potencia la gestión de talento. En concreto, en nuestra empresa ponemos un gran esfuerzo en la retención de talento, pero en general en todo el sector existe una tendencia hacia una mayor conciliación, a trabajar por objetivos o hacia otros modelos de producción distintos. Hay un nuevo salto de valor para entender que la vida no es solo trabajar. Un cambio de paradigma que afectará a toda la sociedad en no muchos años.
¿Qué piensas de la meritocracia? ¿Cuál es tu visión dentro del sector TIC?
Cuando hablamos de meritocracia no hablamos solo de crecimiento específico técnico, hablamos de muchas cosas que tienen que ver tradicionalmente con una implicación con la empresa, una transversalidad, empatía en la gestión. En nuestra visión una meritocracia no es incompatible con la conciliación, todo lo contrario. Una igualdad entre hombres y mujeres a la hora de conciliar, sumado a que no pierda valor el trabajo de una persona por tener que estar de baja, etc. lleva a un modelo de méritos justo. En nuestro caso, los tiempos que toma una persona para conciliar no influyen en absoluto en un estancamiento en su crecimiento. Por tanto es un modelo donde, por ejemplo, no influye la maternidad de ninguna manera como algo que te haga perder méritos por tiempo, tampoco para los hombres la paternidad. En este sentido en NoSoloSoftware tenemos incluso la posibilidad de ampliar estas bajas dos meses más de lo que marca la ley en ambos casos a través de un sistema interno de incentivos.
En general hay que normalizar las realidades de la vida, también las biológicas, porque las personas tienen derecho a una vida personal.
¿Qué le dirías a esa chica que está pensando qué hacer y se está planteando todo este tipo de estereotipos, conciliación etc.?
Yo les diría que se lancen, que se esfuercen y que crean mucho en ellas mismas. Todas las personas tienen un alto potencial, y en el caso de las mujeres es enorme. Pero hay que creer mucho en él para poder salir adelante y poder crecer después. El mundo hace mucho que empezó a cambiar, y lo que se presenta es un espacio de oportunidades sobre todo en nuestro sector. Que no teman estudiar esas profesiones, liderar, crecer en las empresas en las que estén. Y básicamente que, una vez que se incorporen, no se vean a obligadas a reproducir conductas con las que no se sientan cómodas en dichas empresas, sino que sepan que pueden liderar de otras formas. Teniendo voluntad, siendo eficientes y con empatía se puede llegar muy lejos, porque los modelos están cambiando. Y por supuesto, que busquen ser felices en su profesión.
¿Crees que se ha avanzado en igualdad de género real en el sector TIC?
No sé si es extrapolable a otras empresas, incluso a todo el sector, pero en mi empresa sí se ha avanzado. Lo veo como un compromiso social, luchar porque todo el mundo que trabaja aquí sepa que es posible desempeñar una actividad profesional de manera más humana, y que ese modelo es igual de efectivo. Si hay un sector que realmente puede liderar ese cambio es el sector TIC.