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Entrevista con Eva Laín
Personal
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Entrevista
¿Cómo ha sido tu trayectoria profesional desde tus inicios hasta tu situación actual?
Desde el colegio me empezó a interesar la ciencia y las matemáticas, tenía esa inquietud por la rama científica. Después, en el momento de elegir carrera tuve dudas sobre decantarme por ingeniería industrial o biotecnología, que son bastantes dispares. Al final opté por la segunda, que era muy nueva, así que me fui a Londres a estudiarla y fue una experiencia super enriquecedora. Recomiendo salir de casa porque te espabila y te da una visión diferente a si te quedas en casa. Me encantó y mientras estudiaba también trabajé en varios laboratorios. Me atraía la investigación y decidí hacer un doctorado sobre paneles solares con bacterias en la Universidad de Cambridge. Tras investigar sobre diversas temáticas de biotecnología e ingeniería química, entre ellas la extracción y tratamiento de minerales, encontré una idea con potencial y decidí solicitar una patente. Ahí empezó todo lo que hago ahora a nivel profesional, casi por casualidad. Era un tema de minería, de extracción de metales a partir de minerales que acabé desarrollando. Una vez que lo patenté, contacté con varias minas para desarrollarla, hasta que a la tercera, la de Riotinto, me aceptó. Al principio estuve realizando ensayos de laboratorio, y posteriormente a escala de pequeña planta piloto, donde se vio que tenía potencial a magnitudes reseñables. En ese momento decidieron invertir en una planta semiindustrial más grande para demostrar ese proceso en continuo 24/7. Hasta entonces había trabajado como autónoma, y a partir de ahí funde mi propia empresa y contraté al personal operario para construir la planta piloto y después operarla por turnos. Allí estuvimos dos años durante los cuales elaboramos un estudio de viabilidad, y así la fábrica aprobó la construcción de la primera línea industrial del proceso. Esto fue en diciembre de hace un año, y en estos momentos estamos en proceso de construcción de esa primera línea a escala industrial, la más grande hasta la fecha para este proceso, y el último paso para demostrar su viabilidad. Esperamos ponerla en marcha en el segundo trimestre de este año.
Desde joven sentiste atracción por el área científica, ¿fue vocacional o tuviste a alguien que te mostrara esas opciones?
Salió de mi, aunque mis padres tienen perfiles técnicos, mi padre es ingeniero y mi madre economista. Pero no tenía a nadie alrededor que hubiera hecho biotecnología. Me llamaba la atención porque dentro de las ciencias biológicas, la veía como una carrera muy completa, que además de teórica, incorporaba una parte que me atraía mucho de tecnología e ingeniería.
¿Cómo fue tu experiencia en la carrera? ¿Cumplió con tus expectativas, te sorprendió en algún aspecto en positivo o negativo?
Me sorprendió para bien, porque te abría un gran abanico de posibilidades y variedad de vertientes en las que trabajar. Desde temas más médicos, a bioenergía, alimentación, agricultura…Para la gente que le guste la biología, y a la vez también el desarrollo de la tecnología, se la recomiendo. Es como la biología, pero además con un componente importante de ingeniería.
Háblanos de esa transversalidad de la tecnología y aplicación a diferentes áreas. ¿Cuál es tu opinión sobre la necesidad de humanizar la tecnología y de que vaya de la mano de la sostenibilidad?
En definitiva, la ciencia es lo que marca el progreso de las civilizaciones. Las personas- que estamos en posición de crear y desarrollar ciencia, tenemos el deber y la responsabilidad de aportar nuestro granito de arena, y orientarla hacia la sostenibilidad y la humanidad. La biotecnología es un campo que ofrece muchas posibilidades porque está tendiendo hacia la multidisciplinaridad, todo está más interrelacionado, y hay que interactuar entre distintas disciplinas. A corto y medio plazo creo que la biotecnología va a tener gran protagonismo por toda la relación que tiene con muchos temas primordiales actualmente en investigación.
En particular el proceso que he desarrollado es totalmente limpio, de vertido 0, y emisiones 0 de CO2, lo cual contribuye al cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible, y a la apuesta por las tecnologías que permiten la sostenibilidad. Es importante, necesario y merecido, un reconocimiento para las personas que apuestan por la tecnología verde, que reman por la opción más sostenible y a la vez que competitiva que haya.
El sector TIC ofrece oportunidades sociales, profesionales y laborales. En tu opinión ¿crees que también posibilita un escenario propicio para avanzar en la eliminación o reducción de desigualdades aún por explotar?
Vamos hacia ello, pero siempre ha habido un desequilibrio en el sector TIC. En mi caso, el sector de las minas y de la construcción tradicionalmente ha sido muy masculino, si bien es cierto que esto es algo que está cambiando y cada vez se ven más chicas. Todo pasa por educar a las nuevas generaciones para que elijan lo que les guste sin ningún tipo de sesgo o prejuicio a la hora de optar por ciencias o letras, por una carrera u otra. Se trata de que exista esa inquietud por una carrera, es cuestión de talento, trabajo e ilusión, y cualquiera lo puede hacer bien con independencia del género o de otras cuestiones no relacionadas con el mérito.
¿Te has encontrado situaciones donde has tenido que enfrentar obstáculos o barreras de género?
Me gustaría decir que no, pero lo cierto es que me las he encontrado por ser chica y además joven, ya que la edad también influye bastante. No te toman igual de en serio que si fueras un hombre de más edad. Cuesta mucho más arrancar, según mi experiencia, liderar equipos masculinos y la mayoría con mayor edad que tú, y que respeten tu autoridad. Sobre todo, al principio es más acentuado, una vez que te conocen y les dan directrices técnicas que ven que funcionan, a la tercera vez ya te hacen caso. Es verdad que los inicios son más duros y tienes que pelear más que si fueras un hombre de mediana edad, que de entrada te tienen más respeto. Hay que esforzarse más por hacerse respetar, y una vez demuestras tu competencia, prima la valía profesional y las soluciones que propones. Logras abrirte camino, pero de entrada cuesta más.
¿Ha sido importante para ti la sororidad y las redes mujeres?
Lo cierto es que he empezado recientemente a involucrarme en estas redes, hasta ahora ha sido un perfil bajo, en el que he vivido el día a día al nivel de familia, amistades y equipo de trabajo. No he contado con la colaboración de ninguna red de emprendimiento o de mujeres, y creo que habría sido muy positivo ya que me habría aportado más apoyo técnico y moral de personas en situaciones similares a la mía. Ha habido momentos muy duros, en los que te planteas tirar la toalla. Cuando las cosan salen, es fácil mirar atrás y pensar que ha valido la pena, el trabajo tiene su recompensa. Pero ha sido un camino arduo en algunos momentos, ha habido situaciones difíciles en las que el networking con emprendedores o mujeres en posiciones similares sería muy positivo.
¿Has contado con algún referente que te inspirara a lo largo de tu trayectoria?
Especialmente quienes están a mi lado en el día a día. No una persona en particular, sino las personas que están junto a mí todos los días para lo bueno y lo malo, que te saben escuchar cuando lo necesitas y también están ahí para celebrar. Sin esas personas no habría sido capaz de recorrer este camino.
¿Cómo mujer emprendedora encuentras dificultadas para encontrar perfiles femeninos en los puestos más técnicos?
Para la mayoría de puestos que requiero en mi empresa son chicos los candidatos. Para las ocupaciones de operarios que requieren un trabajo físico, hay menos candidatas. Y lo mismo ocurre para puestos de mantenimiento y de oficina técnica. Tengo dos chicas en el equipo, una en un puesto administrativo, y otra en programación.
¿Cuál crees que puede ser la causa de que la realidad que nos encontramos hoy es que hay pocas chicas que se dedican a estas profesiones tecnológicas?
Pienso que puede ser un tema relacionado con los prejuicios o convenciones sociales que tradicionalmente ha tenido la sociedad. Porque son puestos que podría desempeñar perfectamente tanto un chico o una chica, pero la mayoría de las personas candidatas son chicos. Los puestos de operarios también podrían desempeñarlos chicas, incluso algunos que no requieren tanto esfuerzo físico como panelistas, creo que podrían hacerlo incluso mejor.
¿Consideras que estos estándares sociales son resultado de un patrón cultural heredado?
Sí, creo que hay que educar a las nuevas generaciones desde una edad temprana con libertad para elegir la carrera que más les guste, de corazón, eliminando prejuicios. Los puestos dependen de la valía, no del género, pero hay una noción general de que ciertas carreras son más masculinas o femeninas. Y eso hace que haya disciplinas con más mujeres y otras con más hombres. Hay que educar para que las chicas, si tienen inquietud por el sector TIC, lo elijan con libertad.
¿Qué puede pasar si continúa la baja representación femenina y sigue avanzando el desarrollo tecnológico sin esa perspectiva del 50% de mujeres de la sociedad?
Es una pena porque las mujeres somos muy válidas, aportamos una visión diferente y cuanta mayor diversidad mejor. Pero creo que poco a poco, sí que vamos hacia un sector TIC con mayor paridad, y espero que pronto se equilibre la situación.
¿Qué papel juega la conciliación social en este camino hacia las nuevas profesiones y la igualdad de género?
Es muy importante trabajar por la compatibilidad de estas profesiones con la vida familiar. Frecuentemente, en el caso de las mujeres incluso nos planteamos dejar para más tarde e incluso no ser madres por las dificultades que conlleva conciliar con el trabajo. Al final no se puede estar al mismo nivel, pero siempre que se pueda es bueno dar facilidades para la conciliación, medidas que ayudan a la conciliación, y a que las mujeres puedan desarrollarse en su vida profesional y laboral de una forma equilibrada, de manera sostenible para las empresas.
Para avanzar hacia la igualdad de género en la ciencia y la tecnología, ¿echas en falta alguna medida por parte de las empresas para facilitar esa conciliación?
A nivel de educación vamos por buen camino, porque a las nuevas generaciones se les muestran referentes y todas las opciones que ofrecen las TIC, para que tanto chicos como chicas elijan con libertad a lo que se quieran dedicar. Pero en la práctica, a la hora de trabajar creo que nos quedamos un poco “cojos” en las medidas para conciliar. Y es un tema complicado porque hay conflictos de intereses, y estas medidas no funcionan por igual para todas las personas.
Quizás por ejemplo se podrían implantar guarderías en los centros de trabajo o grandes empresas, al igual que hay una cafetería o enfermería. Daría más tranquilidad a las madres, y a las chicas que se están planteando ser madre o no. Y también supone una ayuda para compaginar los horarios.
¿Qué mensaje darías a las chicas que se están planteando decantarse por una carrera técnica?
Les diría que mucho ánimo y que con trabajo, esfuerzo e ilusión las cosas salen adelante. No hay que rendirse, porque es mucho más importante pelear las cosas, la constancia y el coraje, que la idea en sí. También, que aunque al principio cueste, con el tiempo lo que prima es la valía profesional de cada uno, no el género o la edad. Con el Al final, todo se demuestra, y cada uno se gana el respeto que merece.
Animaría también a todas aquellas personas que tienen una idea y creen en ella, que sueñen en grande, porque a menudo con trabajo e ilusión los sueños se convierten en realidad. Les diría que no se rindan y luchen por sacarla adelante.