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Entrevista con Lola Altamirano

Esta Ingeniera mecánica e Ingeniera en diseño industrial y desarrollo del producto, tanteó varias disciplinas como la traducción y la música antes de aterrizar en el mundo de la tecnología, el cual le apasionó por su espíritu curioso. Participante en el proyecto universitario internacional “Fórmula Student”, ha podido simultanear su formación con esta experiencia práctica de diseño de un coche de competición en el departamento de aerodinámica. En septiembre comienza una nueva e ilusionante etapa, como estudiante de Oxford en el mejor Máster para acceder a la Fórmula 1    

Personal

Un hobby.

Leer.

Un lugar.

Copenhague. Mi Erasmus lo hice en Dinamarca, y me enamoré de la cultura danesa, que está centrada en la felicidad de las pequeñas cosas, y es algo que comparto mucho. Y cada vez que voy, me vuelvo a enamorar de su gente en la calle charlando, sus velas en las ventanas, su atardecer… y es un país donde la igualdad de género está muy conseguida, y lo disfruto mucho.

Un libro.

Una saga… “El cementerio de los libros olvidados”, la obra maestra de Zafón. Son mis libros favoritos de mi escritor favorito… creo que es el mejor escritor que ha tenido España en la literatura actual, acierta con cada palabra, y escribe de una forma que te genera unas imágenes en la mente que parece que estás viendo una película.

Una película.

“Los miserables”. Me encantan los musicales y es una película que disfruto mucho porque, cada vez que la veo, descubro nuevos detalles.

Un personaje.

El protagonista del primer libro de la saga de Zafón, Daniel Sempere, porque al principio es un niño de unos 8 años al que le gusta descubrir el mundo y le encantan los libros, siempre tiene curiosidad por saber más y el por qué… y al final, toda su vida se forma en torno al deseo de descubrir… me gusta porque comparto su visión de no dejar nunca atrás la curiosidad.

Una app.

X, porque me rio muchísimo y cuando me tengo que enterar de cosas, lo hago rápido y, además, con la ventaja de hacerlo desde distintas visiones y opiniones.

Una palabra que te defina.

Resolutiva.

Entrevista

Desde esa Lola interesada por múltiples disciplinas, a la Lola de hoy ingeniera, ¿cómo ha cambiado tu visión de la tecnología?

Pues ha ido con subidas y bajadas… siempre he sido más analógica, “del papel”, y me gustaba la tecnología, pero en su justa medida. Y, poco a poco he ido entendiendo que en realidad es una herramienta y a día de hoy, la entiendo así. Es algo que hay que saber utilizar, pero no tomada como una obligación, si no como algo para hacerte el día a día más sencillo.

Estás viviendo una fase de formación en la que estás pudiendo disfrutar, a su vez, de oportunidades profesionales reales muy potentes… ¿cuál es el camino que te planteas?

De momento, empezar con el Máster que dura 1 año y está pensado para poder empezar a trabajar en un equipo de Fórmula 1, y estoy muy contenta de que me hayan cogido. Así que la ilusión de mi vida es ahora mismo intentar llegar a un equipo de 1ª, pero ahora lo importante es el camino, y lo que pase, pasará.

Ingeniería mecánica, automoción y Fórmula 1… a priori parece el tándem de la masculinización tradicional, ¿cuál está siendo tu experiencia como mujer que se está haciendo un hueco?

Por una parte, muy buena, porque al menos en la UMA somos muchas mujeres y me he llevado muchas amigas maravillosas. Además, por parte del profesorado en general, nunca he sentido que se me haya tratado diferente (quitando algún comentario desafortunado).

Pero al llegar al Máster, sí que estoy notando un poco más la brecha de género. Es un choque cultural, dado su carácter internacional, pues solo somos dos mujeres y ves como en otros países no existe tanta igualdad. He vivido comentarios que no han sido adecuados.

Cuando lo comento con mi entorno, en los ánimos que me dan está el “si alguien puede abrir camino eres tú…” y cosas parecidas, y he de reconocer que esto me da un poco de agobio porque plantearte que tienes que ser tú esa persona, impone… pero intento tomármelo pasito a pasito. Si me encuentro algún tipo de rechazo, pues lo afrontaré, y si solo es miedo a lo desconocido, pues lo superaré.

¿Alguna persona que te haya inspirado o te haya impulsado de forma especial?

Puedo nombrar a muchas personas, pero destacaría a mis amigas de la universidad, por acompañarme en esta etapa, y mi madre por soportarme y apoyarme en todos estos años de estudio.

Pero mi mayor referente, sobre todo en el mundo tecnológico, es un tío abuelo mío que se llama Manuel Crespo, que este año cumple 100 años, que es un ingeniero de los de la vieja escuela, y con el que he compartido mucho tiempo y conversaciones, pero el que además jamás ha cuestionado que yo sea una mujer y me quiera dedicar a la ingeniería mecánica. A pesar de ser otra generación, nunca ha tenido ni la connotación de sorpresa, me ha contado todo lo que sabe y más, e incluso me ha compartido tesoros como sus apuntes antiguos.

Tú misma estás viendo, de primera mano, que conforme vas avanzando en una profesión así, el número de chicas y mujeres se va reduciendo. ¿por qué crees que existe esta falta de vocaciones, y son menos las mujeres que llegan a dedicarse a estas profesiones?

Pues realmente no lo sé. En mi caso, por ejemplo, aunque no lo tuviera de claro, desde pequeña sí que me han gustado los coches, pero a lo mejor hablaba con mis amigas, y no era algo que compartiera con ellas.

Pero el año pasado, convencí a un par de amigas a que viésemos juntas una carrera, y al vivir ese día, explicándoles temas de estrategia o del funcionamiento de los coches, de repente al entenderlo, les empezó a gustar y ahora son ellas las que proponen quedar para verlas. Entonces me planteo que una causa pueda ser la falta de conocimiento: cuando te imaginas una ingeniería, y más mecánica, en la mente tienes tornillos, grasa… y el estereotipo de un hombre. Pero estas carreras son mucho más, pero no se sabe.

Hablamos entonces de estereotipos e imágenes sociales ¿existen? ¿afectan a la igualdad?

Por supuesto, cuando dices que eres mujer y que estudias una ingeniería, le sigue la pregunta de ¿y cómo que te ha dado por estudiar eso? En los entornos de la ingeniería he visto de todo, múltiples perfiles de chicos y chicas, y quizás la pena es que nos paremos a analizar esto, cuáles tipos de chicos y chicas nos encontramos en estas profesiones. Creo que simplemente no deberíamos analizar a qué estereotipo se corresponde cada persona y, encima, a las mujeres nos afecta doble: por mujer y por rol de la profesión.

Profundicemos en la falta de vocaciones… ¿qué retos tenemos por delante en materia de educación? ¿cómo afectan los sesgos de género asociados a las profesiones?

Es complicado, porque cada cual tenemos nuestra opinión de cuál sería la clase ideal. Quizás lo que sí echo en falta en los centros educativos es saber qué se estudia realmente en cada carrera.

Conoces cosas sueltas, pero que no sabes cómo luego se relacionan en una carrera. Por ejemplo, agradecí y disfruté mucho de la asignatura de tecnología industrial en bachillerato, que me hizo un pequeño resumen de lo que luego fue la ingeniería, y me ayudó a saber qué me gustaba. Quizás, animaría a no tener miedo a meter contenidos un poco más avanzados para que se pueda dibujar en qué consisten las carreras… y, además, el siguiente paso es que falta saber qué se puede hacer con esas carreras.

La denominada nueva revolución industrial, la de la tecnología y la digitalización de nuestros días, han mostrado la transversalidad y multidisciplinariedad del sector TIC. Según tu experiencia ¿es éste un escenario idóneo para avanzar en la igualdad de género?

Está claro que está habiendo un cambio a gran escala en todas las empresas y tipos de trabajo. Supongo que en parte porque, si la tecnología empieza a estar más presente en los trabajos, aunque no estén relacionados con la tecnología, como una herramienta profesional más, puede ser más fácil eliminar los estereotipos que están relacionados con las TICs y que más personas se interesen por la tecnología. Teniendo la tecnología presente en muchos más ámbitos, es más fácil que se conozca, guste y puedan generar vocaciones.

¿Qué podría pasar si la mujer sigue teniendo menor presencia en el sector TIC y las STEM?

Es que no me imagino un mundo en el que las mujeres no lucháramos por estar presentes. Y parece una respuesta idealista, pero como lo he vivido yo, como mujer en la ingeniería, disfrutamos tanto de intentar demostrar lo que valemos, que no me imagino un mundo que se estancara en ese sentido.

Sobre todo, la Inteligencia Artificial, ha hecho saltar las alarmas en cuanto a las consideraciones éticas de la tecnología. ¿Según tu experiencia, qué importancia le das a la “persona detrás de la tecnología? ¿y a la regulación de estas cuestiones?

Es cierto que da miedo, porque de repente la IA consigue hacer en un minuto lo que, a lo mejor a ti, te has llevado varios días para desarrollar. Pero, lo que creo que nunca va a poder quitar la tecnología, son las ideas: la capacidad de tener ideas.

Entonces, me parece interesante plantear un futuro en el que los seres humanos podamos dedicarnos a las ideas, a crear, y a optimizar nuestro tiempo. Y, de hecho, esto lo veo como un futuro muy lejano, a pesar de los avances, pero sería bueno plantearnos que la tecnología puede ayudarnos a las tareas más tediosas, para así ahorrar tiempo y poder dedicarnos por completo a las ideas, la creatividad y el arte.

Nos has comentado la importancia de tus amigas de la carrera y, entonces, hablemos ahora del concepto sororidad, ¿esa red de apoyo entre mujeres es importante, además en sectores masculinizados?

Tengo que decir que, en este tema, mi opinión ha cambiado radicalmente a lo largo de los años. Cuando era pequeña siempre fui la que se juntaba más con chicos, y pensaba que no era tan importante tener un “grupo femenino” con el que estar. Pero desde hace un par de años, y de forjar ese grupo de amigas de la carrera, soy consciente de lo importante que es tener personas con las que compartes tus experiencias vitales y tus gustos, y en cuanto al género, hacerlo de mujer a mujer suele ser más sencillo.

Por ejemplo, ahora con el Máster, que solo estamos otra chica más y yo, la otra lo primero que hizo fue escribirme, presentarse y decirme “somos las únicas, ¿te parece que estemos en contacto?”, y la verdad que se lo he agradecido infinito porque, aunque idealmente debe ser lo mismo compartir con un hombre que con una mujer, al final existen diferencias en las experiencias vitales y el grupo de apoyo y comprensión entre mujeres es importante, e incluso bonito.

Los estudios demuestran que una de las causas de la falta de vocaciones STEM es que, en la edad de decidir los caminos profesionales, es la edad también en la que se empiezan a plantear preocupaciones sobre cómo forjar una familia y, la conciliación, se presenta como una barrera de género. ¿Crees que, por lo que tú has vivido, que es así? ¿te has hecho estos planteamientos?

Me lo planteo, y mucho. Sobre todo, porque mi madre es madre soltera y, para mí, es un gran referente por todo lo que ha tenido que luchar ante los cuestionamientos, por sacarme adelante, y por construirse a sí misma. Yo he visto su cansancio…

Agradezco mucho ciertas medidas que se están tomando, da un poco de esperanza pensar que podrás ser madre sin que eso suponga que piensen que vas a ser menos productiva para la empresa. Y, en concreto, el teletrabajo sí creo que puede ser un gran aliciente… me gusta imaginar que con estas herramientas que ya son el presente, contribuirán a facilitar la maternidad y la paternidad, que ya tienen su complejidad, y que conciliar cada vez será menos difícil por el mero hecho de no tener que tener presencialidad cada día ocho horas en una oficina.

¿Algún reto que identifiques como pendiente de enfrentar o avanzar aún hacia la igualdad de género?

Yo veo que, sobre todo, nos falta terminar de llegar arriba del todo. Parece que cada vez estamos más cerca y, al menos en mi generación cada vez somos más mujeres en las carreras, pero estamos subiendo “una escalerita”… estamos de camino, pero no terminamos de llegar a los altos cargos.

Un mensaje para esas chicas que están decidiendo ahora qué hacer… qué camino coger…

Tirar hacia adelante. Por el hecho de que te gusten cosas distintas, no tienes que ser la abanderada de nada… si quieres serlo, puedes serlo, pero si no quieres pues también. A lo mejor se trata solo de avanzar poco a poco hacia lo que te guste y, si te da miedo, pues espera a sentirte preparada. Es que parece que ahora tenemos que estar siempre luchando, empoderándonos… que es maravilloso, pero eso también llegará. De pequeña yo he sido “la distinta” que intentaba pasar desapercibida, pero ahora me enorgullezco de decir soy ingeniera. Para eso, he tenido que hacer mi camino pasito a paso.