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Entrevista con María José Sánchez Sillero
Personal
Un hobby.
Un lugar.
Un libro.
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Un personaje.
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Entrevista
¿Cómo ha sido tu trayectoria profesional hasta el puesto que desempeñas actualmente?
Soy una persona inquieta y curiosa, y no he dejado nunca de formarme. Mi primera formación universitaria no fue una carrera STEM, sino lingüística, Traducción e Interpretación. Me encantaba viajar y en aquel momento era lo que me gustaba porque consideraba que podía ser muy útil para conocer otras culturas, otras personas. Encontré mi primer trabajo en el sector financiero en el que he estado más de 15 años, y fue gracias a él y mis formaciones posteriores lo que hizo interesarme por la tecnología, y donde fui progresando hasta llegar a construir un equipo de más de 50 personas, multidisciplinar y de varias disciplinas tecnológicas. Actualmente trabajo en Oracle, una de las empresas tecnológicas más grandes a nivel mundial.
¿En qué ha cambiado tu visión de la tecnología desde que comenzaste hasta ahora?
Es algo fundamental e imprescindible, incluso divertido. Yo les diría a los jóvenes que puedan tener miedo de la tecnología que puede ser muy divertida, más allá de la importancia que tiene hoy en día en el mundo laboral, social, de las comunicaciones… Para mí es un ámbito fascinante, en constante evolución, y que va a una velocidad de vértigo. Todas las personas en mayor o menor medida, deberíamos tenerlo en cuenta al margen de su aplicación empresarial o laboral. Hay que considerar que tenemos que convivir con ella, y que la tendencia es que todo sea cada vez más tecnológico.
¿Cómo relacionas la tecnología con el ámbito profesional?
La tecnología es un ámbito muy amplio que ofrece un sinfín de posibilidades y acepta cualquier tipo de perfil. Asociamos la tecnología con programar o crear código, pero la tecnología abraza un amplio abanico de perfiles multidisciplinares. Todos los perfiles son necesarios, desde los más técnicos a los relacionados con la gestión. Hay que poner en valor este aspecto y es algo que a menudo se desconoce y que a veces da lugar a equívocos. Para trabajar en tecnología no es realmente necesario tener 100% esa formación técnica. Hay que tener una competencia digital óptima, eso es fundamental, entendiendo ésta no únicamente como una habilidad o conocimiento sobre algo aislado, sino como un conjunto de habilidades que facilitan el trabajo en equipo, el aprendizaje, la resolución de problemas, el pensamiento crítico, la innovación y la comunicación. Y por supuesto estar al día con unos conocimientos básicos, pero es un sector que acepta diferentes posibilidades y perfiles
¿Cuál ha sido tu experiencia? ¿Has visto disminuir el número de mujeres conforme te adentrabas en el sector TIC?
Inicialmente yo no notaba esas diferencias. Pero es cierto, que a medida que vas desarrollándote profesionalmente, te llama la atención (por ejemplo) que en reuniones de Dirección el 90%-100% sean hombres, con muy poca presencia femenina. Yo no he tenido ninguna dificultad en el desempeño de mi trabajo en este sentido, pero sí hay que resaltar una baja presencia de mujeres en comparación con la masculina.
¿Por qué crees que hay menos talento femenino desarrollándose en el sector TIC, y por qué menos mujeres acceden a puestos de liderazgo?
Creo que tiene que ver con que la presencia femenina en carreras STEM ha sido poca, no se ha fomentado esa inclusión o esa atracción de las chicas hacia ese tipo de carreras, y no hay suficientes referentes femeninas. Le preguntas a cualquier persona y siempre surgen nombres de referentes masculinos, no femeninos.
Adicionalmente todavía hay muchas barreras y sesgos en el ámbito tecnológico y en estas formaciones STEM: se asocian estas carreras a una dificultad que no es tal o es similar a la de otras carreras, aunque muchos no lo sepan. O esa asociación de ciertas carreras técnicas o de ciencias a chicos y otras más sociales o de comunicación a chicas. Afortunadamente mi educación familiar no ha tenido en cuenta eso: mi madre, que es de ciencias, hubiera preferido que estudiase una carrera de ciencias como ella [risas].
¿Crees que una de las causas de esa falta de interés de la juventud, es el desconocimiento del alcance y oportunidades del sector TIC?
Sí, efectivamente hay falta de información. La juventud es la que va a desarrollar esos trabajos del futuro y tienen los perfiles adecuados para ello. Esta transformación digital está generando nuevos roles y formas de trabajo, y tienen perfiles específicos perfectos para adaptarse a estos nuevos entornos digitales. Estas nuevas generaciones están creciendo rodeados de toda esta tecnología. Pero hay desconocimiento respecto al sector TIC, todas las puertas que puede abrir, y las necesidades que cubre y que son oportunidades para la sociedad. Además, históricamente, disociamos las carreras de letras del ámbito tecnológico, cuando hoy las carreras lingüísticas puras están muy demandadas en el sector tecnológico, por ejemplo, en el ámbito de la IA para el desarrollo de patrones lingüísticos y conversacionales.
Ante ese reto de falta de conocimiento e información del sector TIC ¿qué solución podríamos dar a corto plazo?
Es muy importante dar voz a las personas que están en este sector a día de hoy, no solo mujeres sino también hombres, que tengan referentes. Hacer llegar a la juventud esta información. Yo trabajo con iniciativas de emprendimiento y desarrollo personal para la juventud, y lo que tratamos es que conozcan y decidan. No se trata de imponer, sí que conozcan el sector y las posibilidades que ofrece.
¿Por qué el sector TIC es un ámbito propicio para romper con los sesgos y avanzar?
Es un ámbito que cada vez más no entiende de origen educativo o tecnológico, cultural, social…Permite y ofrece un amplio abanico de posibilidades para desempeñar y desarrollarse, trabajando con equipos multidisciplinares y diversos que están localizados en cualquier geografía. En cuanto a diversidad y género, se trata de poner en valor y consideración las fortalezas que aportan cualquier tipo de diferencia, ya que es un sector que permite aprovechar las ventajas de la diversidad, capitalizar las fortalezas de las personas y esas diferencias individuales que aportan.
Trabajas con diferentes culturas y entornos, lo cual facilita y propicia minimizar cualquier sesgo de cualquier tipo. Desde mi experiencia, es un ámbito maravilloso para desarrollar una carrera laboral en las que las chicas tienen muchísimo que aportar.
¿Qué pasaría si la tendencia no se revierte y faltara esa perspectiva femenina en el diseño y desarrollo de la tecnología?
Yo creo que eso no ocurrirá, porque se está trabajando ya mucho en esa línea. Si pasase, la tecnología tendría sesgos que no beneficiaría a toda la sociedad por igual. Creo que queda mucho por hacer, pero vamos en el buen camino para que eso no se dé.
Háblanos de la necesidad de humanizar la tecnología, de cómo debe acercarse a las personas y tener un planteamiento ético.
Es fundamental humanizarla, no solo por su aplicación empresarial o comercial, sino para poner los derechos humanos en el centro de cualquier avance tecnológico. La Inteligencia Artificial facilitará esto y hará que todo sea más humanizable. Por supuesto no podemos olvidar la parte ética, porque hay temas aún por definir y trabajar, y sobre la influencia de la tecnología en el comportamiento humano. Hay mucho desconocimiento todavía y cuestiones que plantear y resolver a estos niveles.
¿Qué aspectos del sector TIC crees que facilitan la inclusión y el desarrollo de la mujer?
Este sector y el entorno digital global mejora el desarrollo profesional y permite ganar valor personal trabajando en diferentes entornos multiculturales y potenciando las competencias digitales. Desde un punto de vista de empleabilidad, los profesionales, actualmente, competimos en un mercado global, y la colaboración en este tipo de entornos aporta una riqueza cultural y social que se traduce en un valor incalculable para competir en este entorno.
Además, facilita muchísimo la conciliación laboral y, por tanto, la inclusión. Este nuevo escenario digital, en el que contamos con modelos híbridos o teletrabajo, es perfecto para poder mejorar la conciliación de la vida laboral y familiar. Todo ello impacta en esa inclusión y desarrollo de manera positiva.
¿Según tu experiencia, qué es lo que más te ha gustado en el sector TIC?
Varios aspectos. El primero el aprendizaje, porque yo soy una persona curiosa e inquieta. Es un mundo que evoluciona constantemente y ello implica que no dejas de aprender. Por otra parte, también el hecho de trabajar de manera global. A pesar de los retos y desafíos que implica el trabajar y gestionar equipos de diferentes culturas y en una amplia variedad de zonas horarias, el trabajo en entornos globales es muy satisfactorio y enriquecedor.
Colaborar en proyectos globales, en diferentes localizaciones, y multiculturales, con un mismo objetivo común, permite abordar soluciones de manera creativa y ver los problemas desde una perspectiva diferente a si pasáramos todos los días juntos en el mismo espacio de oficina.
Todo ello potencia unas habilidades fundamentales para sobrevivir en el mundo laboral actual, que se traducen en un valor incalculable para competir en un entorno laboral cada vez más competitivo a nivel global.
¿Qué les dirías a la juventud que sufre actualmente la incertidumbre?
Yo les diría que la incertidumbre forma parte de nuestra vida y que hay que avanzar y no tener miedos. Es cierto que vivimos en un entorno incierto, pero les animaría a que no se rindan, a que sigan labrándose su camino. Más tarde, ya podrán encontrar un trabajo en corporaciones mayores o pequeñas, eso da igual, y tener la opción de cambiar, si así lo desean. Oportunidades habrá seguro, es cuestión de no dejar de formarse, de aprender, y no tener miedo a esa incertidumbre. Las oportunidades surgen, pero también nos las creamos nosotros en cierta medida.
Cuando hago mentoring, insisto en que busquen las vías para avanzar… porque las hay. Existen muchas ofertas, alternativas, campus de formación, programas de inclusión…hay muchísimas vías y oportunidades.
¿A lo largo de tu trayectoria has tenido un referente o modelo que te inspirara para llegar hasta dónde estás hoy?
Mi madre ha sido todo un referente porque ha pasado por etapas muy duras en su vida y ha sabido afrontarlas. Ha estado a cargo de mí y de mis hermanos ella sola, aprobó unas oposiciones con casi 50 años. Ese espíritu de no rendirse y seguir avanzando, ha sido todo un ejemplo, un referente en mi vida.
¿Crees que estamos avanzando en igualdad de género en el sector TIC?
Sí se está avanzando, aunque en ciertos aspectos no tan rápido como se desea. Cada vez hay más mujeres en el sector TIC, más mujeres en puestos de liderazgo, más iniciativas para promover en este campo…
¿Qué mensaje lanzarías a la sociedad para que sea consciente de la evolución hacia una sociedad cada vez más digital, y con las implicaciones que ello supone?
Haría mucho hincapié en el aprendizaje continuo, hay que formarse, estar al día en el entorno digital actual para maximizar la creación de valor de una misma, y para las empresas. También es importante la innovación desde el punto de vista empresarial, hay que adaptarse a la evolución digital.
Y por supuesto, destacaría el talento también desde el punto de vista corporativo. Contar con perfiles especializados en las competencias digitales necesarias, la adopción de tecnologías adecuadas al negocio, la formación permanente, la incorporación de talento para reforzar determinados tipos de perfiles…Todos ellos son aspectos claves para la gestión de la evolución digital y generar esa innovación de productos y servicios que puedan ofrecer las empresas, en evolución continua con las necesidades de los clientes.
Algún mensaje final a las chicas para motivarlas y descubran el sector TIC.
Primero, que no se dejen llevar por nada ni por nadie. Me refiero a sesgos conscientes e inconscientes. Que estudien lo que quieran, que se adapten al presente sin dejar de mirar el futuro y el entorno, cómo está evolucionando y hacia dónde. Y que no se rindan, si se visualizan en ese entorno van a conseguir lo que quieran, y, por supuesto, que no dejen de aprender nunca.