Referentes

Entrevista con Paqui Segura

Paqui es profesora titular de la Universidad de Huelva (UHU) e investigadora del Centro de Investigación en Tecnología, Energía y Sostenibilidad (Cites). Su perseverancia y talento la han llevado a desarrollar su vocación por la física y una exitosa carrera profesional. Porque tiene claro que la clave está ahí, en las ganas y dedicación que pongamos para cumplir nuestros objetivos. Pero no es un camino fácil para las mujeres en las TIC, y hace hincapié en que hay que decirlo. Faltan mujeres científicas y tecnólogas, pero también un mercado de trabajo más flexible e igualitario que facilite el liderazgo femenino en el sector.

Personal

Un hobby.

Leer y pasear por la playa.

Un lugar.

Las playas de Huelva y Cádiz.

Un libro.

“21 lecciones parA el siglo XXI”

Una película.

"El estanque dorado” y “Vivir dos veces”. La primera trata sobre esa última etapa de las personas, y la segunda sobre la pérdida de la capacidad cognitiva a causa del Alzheimer. Y quizás también “Los santos inocentes”, que refleja mucho el sentir español y andaluz.

Un personaje.

Steve Jobs, fundador de Apple, fue una gran persona y una gran mente.

Una app.

Whatsapp. Las videollamadas durante la pandemia nos salvaron de la rutina diaria en el confinamiento, al permitir poder ver y acercarte a tu familia.

Una palabra que te defina.

Trabajadora, persistente y exigente en mi trabajo.

Entrevista

¿Qué te llevó a estudiar una carrera técnica?

Mis orígenes son muy humildes, soy la segundo de cuatro hermanas, mis padres eran agricultores, y estudiábamos con becas. En mi entorno no tuvimos referentes, sino que fue el profesorado el que le decía a mis padres que teníamos que seguir estudiando.

Desde pequeña tuve claro que quería hacer ciencias, en el instituto me empezaron a gustar las matemáticas, la física y la química. El motivo por el que elegí física fue porque era la asignatura que más me llamaba la atención, e igualmente cuando escogí la especialidad de electrónica, porque quería saber más y desde un punto de vista más práctico.

¿Cómo fue tu trayectoria personal y profesional, desde que elegiste tus estudios universitarios hasta tus diferentes experiencias profesionales?

Soy licenciada en Ciencias Físicas en especialidad de Electrónica por la Universidad de Sevilla. Cuando terminé la licenciatura me quedaron ganas de seguir estudiado e hice Ingeniería Electrónica. Y a partir de ahí, en el último año, salió una oportunidad de empleo en la Universidad de Huelva donde sigo trabajando. Mi hermana me avisó, y pensé que habría mucha más gente con currículum mejor que yo, pero tuve la suerte que quedé entre las mejores de la oferta y compaginé ese año mi TFG con mi entrada en la universidad.

Y hacer carrera en el ámbito académico va de la mano con hacer una tesis doctoral, así que en cuanto llegué el director de departamento, José Manuel Andújar me aconsejó matricularme en el doctorado, y así lo hice. Tras los dos primeros años de formación lo elegí de profesor de tesis, se lo propuse y su respuesta fue “prepara un documento y convénceme de que puedes ser una buena doctoranda”. Y hasta el día de hoy seguimos trabajando juntos.

¿Has tenido alguna persona que te inspirara como referente o algún referente femenino?

A nivel de profesorado, mientras hacía la ingeniería, tuve una profesora que me transmitió su pasión por las energías renovables y la tecnología de hidrógeno, María Ángeles Martín Prats de la Universidad de Sevilla. Me encantó como mujer y me transmitió mucho como profesional.

¿Cuál era tu visión de la tecnología cuando eras apenas una estudiante y cuál es tu visión actual? ¿Cómo ha cambiado?

Mis inicios, cuando terminé mi titulación, coincidieron con la implantación de la era digital, con lo cual lo viví con mucho respeto. No teníamos ordenador, fue cuando empecé a trabajar cuando pude comprarme uno. Y a medida que he ido utilizando la tecnología como herramienta, he ido viendo la multitud de facilidades que nos da, y que van en aumento.

Soy pro-tecnología pero también de su humanización, que sea una herramienta, que no se apodere de nosotros. Desde mi experiencia estoy a favor, pero teniendo en cuenta que primero somos nosotros y nosotras, las personas y después la tecnología, no se debe perder de vista la importancia de su humanización.

¿Cumplió tus expectativas la carrera? ¿Ha sido útil para el desarrollo de tu carrera profesional?

No me arrepiento en absoluto de hacer física. Es totalmente cierto que “el saber no ocupa lugar”, nos da formación, conocimiento…muchas de las cosas que he hecho a lo largo de mi carrera profesional, han sido gracias a mi doble formación. Siempre que estemos aprendiendo, va a ser beneficioso para nosotros y nosotras.

¿Cómo recuerdas esa etapa, había igualdad en cuanto a alumnos y alumnas en clase?

En ciencias estaba más equiparado, pero en electrónica era la única alumna en clase. Cuando empecé la universidad en el programa de doctorado también. Y ya en la universidad en mi departamento éramos 3 mujeres de más de 30 personas. Y ahora somos 4 cuatro mujeres y 25-27 hombres. En el área de ingeniería no es que apenas lleguemos al 20% de ratio, es que en algunos casos bajamos al 8%-10% en algunas ramas de ingeniería.

¿Crees que influye la falta de referentes en la disminución de vocaciones entre las chicas en estos ámbitos técnicos?

Efectivamente. Este año he tenido la oportunidad de coordinar el proyecto ALAS que corresponde a las siglas “Accompanying Girls Towards Stem Career” (Acompañando a las chicas hacia las carreras STEM) en la Universidad de Huelva y financiado por el Ministerio de Igualdad. Con el mismo hemos recorrido la provincia onubense y algunos centros de la provincia Sevilla. Realizamos talleres de energías renovables y me llevaba a alumnas de mis clases como referentes. Son múltiples los factores y las áreas donde podemos trabajar. En mi caso no necesitaba un referente, tuve una motivación personal, pero en el caso de las personas que pueden tener dudas, es clave tener un referente con el que puedan identificarse o proyectarse.

¿Crees que es importante para los jóvenes adquirir competencias técnicas independientemente de la rama profesional que se elija?

Sí, estoy totalmente convencida de esa necesidad. Precisamente tras estas visitas a los centros nos dimos cuenta que cuando preguntábamos a alumnado de Primaria, nos comentaban que en más de un 90% no tenían laboratorio de Ciencias. En los seis años del ciclo no habían ido ni una vez a un laboratorio. Y en el caso del instituto, sí que lo hay pero lo visitan ocasionalmente, en muy pocos centros hay profesorado implicado en este sentido. Debemos hacer educación transversal y que la formación en tecnología tenga hueco en la trayectoria curricular en el diseño de los planes de estudios y empezando desde edades tempranas.

¿Animarías a las jóvenes andaluzas a adquirir una formación técnica y por qué? ¿Cres que se conocen suficiente estas profesiones y las oportunidades que brinda el sector?

Animaría por supuesto siempre a hacer ciencias y tecnología a las jóvenes. En cuanto a oportunidades, según los últimos estudios europeos, se prevé que para 2025 más del 50% de las ofertas de empleo estarán vinculadas a la ciencia y la tecnología. Se necesitan científicas y tecnólogas. Si de aquí a 2025, solo 8 de cada 100 va a ser mujeres, son oportunidades laborales que estamos perdiendo por no estudiar esas ramas. Muchos y muchas jóvenes eligen prácticamente por el nombre, pero no saben a qué se dedica una ingeniera industrial, forestal, mecánica o electrónica. Desde la escuela de ingeniería invitamos a los centros a que vengan y conozcan en qué consiste ese trabajo según la especialidad. Y a partir de ahí que tengan la oportunidad de elegir.

¿Qué ocurrirá si no se consigue romper esa brecha digital de género y sigamos perdiendo el 50% de ese talento femenino en las TIC?

En el caso de algunas ingenierías incluso ese 50% se reduce a un 10%. Y la mujer puede aportar mucho en base a las características y a las virtudes que como mujeres tenemos. Las mujeres tenemos capacidades innatas en general de organización, sensibilidad, de prever e ir más allá del día a día, por ejemplo. Y se trata de cualidades super importantes en la actualidad y en las carreras tipo TIC.

Además, esa infrarrepresentación femenina en el diseño tecnológico se transmite en los nuevos desarrollos, ¿no es así?

Sí, es el caso por ejemplo en la inteligencia artificial, cuando se realizan búsquedas en idiomas como inglés donde no hay diferencia de género en nombres de profesiones, se asocian imágenes de mujeres a profesiones como enfermera o trabajadora doméstica, y a hombres con mecánico o piloto. Hace falta que haya mujeres para cambiar esos códigos de programación y nos devuelvan resultados neutrales.

¿Cuál crees que es la imagen social que se tiene de las mujeres profesionales del sector TIC? ¿Crees que existe un estereotipo? ¿Alguna anécdota personal sobre esto?

En los comienzos, parece que las mujeres en este sector tenemos que ganar la confianza de los demás y demostrar nuestra valía. En mi caso cuando iba a los proveedores de suministros electrónicos, normalmente íbamos dos personas para elegir, pero el dependiente siempre miraba a mi compañero. Las primeras reacciones, eran “¿tú sabes lo que estás diciendo? Si eso no existe”. Dudaban y tenías que demostrar tu conocimiento. Es una anécdota y a partir de ahí te conocían y te preguntaban qué tal había te había ido con la pieza en cuestión.

También me ha ocurrido en reuniones de trabajo en las que he sido la única mujer, cuando ha terminado algunos hombres se han acercado para darme la enhorabuena, para valorar positivamente mi aportación. Pero no lo hacen en el caso de otros hombres, les sorprende por tratarse de una mujer.

¿Cuáles son los principales obstáculos a los que se enfrentan las mujeres en el desarrollo de su carrera en el sector y para alcanzar el liderazgo?

Estamos focalizando muchos los esfuerzos como mujeres en incorporarnos y adaptarnos al mercado laboral y alcanzar el liderazgo profesional. Y ello sabiendo que vamos perdiendo nuestra tarea en casa de la gestión de la familia. Pero esa otra parte del ámbito del trabajo no lo está haciendo igual por nosotras. Lo cual supone un desgaste personal porque debes seguir atendiendo a la familia y a la vez cumpliendo los objetivos en el caso del trabajo. En el mercado laboral no se hacen los mismos esfuerzos para adaptarse a nosotras. No se toman más medidas de flexibilidad, teletrabajo, conciliación…Parece que por nuestra parte tenemos disposición total y absoluta al mercado laboral, pero percibo que quedan cosas por hacer por adaptarse a nosotras.

¿Qué les dirías a los responsables de las empresas del sector TIC para que impulsaran acciones para romper esa brecha de género?

Actualmente la mayoría de las instituciones públicas y privadas tienen sus planes de igualdad, y si lo analizamos con retrospectiva es positivo porque hace 10-15 años, solo 1%-2% lo tenían. Se ha dado un salto, pero quizás falta efectuarlo de una manera sostenible.

Por otra parte, en España tenemos el problema de que tenemos uno de los índices de natalidad más bajos europeos. Hay que casar las medidas de igualdad con hechos, facilitando con ayudas, igualdad de permisos para hombres y mujeres…

¿Cómo ha sido tu experiencia en este sentido de conciliar tu vida personal y el desarrollo de tu vida profesional?

En mi caso sin duda fue duro. Estoy de acuerdo en que la maternidad como mujer es lo mejor que te puede pasar, pero es duro sobre todo en esos primeros años y también en el presente, porque aún estoy en ese proceso de crianza. Supone quitarte tiempo de descanso. C

Cuando estoy con ellos intento estar como mamá, no como trabajadora. Recuerdo en una ocasión de mucho estrés que les grité, y supuso una ruptura, un cambio. Les dije que a partir de entonces me recordaran y me preguntaran. ¿Qué es más importante la pantalla o nosotros? Desde entonces decidí que cuando tengo que hacer algo de trabajo es a costa de mi tiempo de descanso, de una misma, y lo hago a primera hora del día o cuando ellos se van a la cama.

Creo que debemos de perder el complejo de decirlo, que esto es duro. Y todo lo que se presenta como maravilloso está bien, pero hay que mostrar también esa parte que es difícil. En mi caso, mi compañero trabaja y colabora en toco, somos un binomio, pero hay una parte que recae en la mujer, y eso supone un desgaste.

La formación y coeducación de los niños y de las niñas son sin duda pilares fundamentales para el futuro de nuestra sociedad. Y en este sentido, contar con referentes como tú, que aporten dosis de realidad, identificación e inspiración es fundamental. ¿Qué les diría a los y las jóvenes?

El mensaje que me gusta transmitir a mis estudiantes es visualizarlo como una fórmula matemática: I de ingeniería es igual a la teoría más la práctica y multiplicado por las ganas. Tenemos la teoría y la práctica que suman, pero hay un factor que multiplica que son las ganas, es el factor clave. Cuando las ganas son 0, el resultado es 0, pero cuando las ganas son infinitas ese resultado es infinito. Y la i las podemos sustituir por v de vida, que sería igual, a vida igual a teoría más práctica multiplicada por las ganas.