Comencemos remontándonos un poco hacia atrás ¿Cuál era tu visión de la tecnología cuando eras apenas una estudiante y cuál es tu visión actual?

Para mí, la tecnología era un mundo por descubrir. Mi primer contacto fue a través de mi hermano mayor, tenía un 386 y le pedí que me enseñara a programar en Basic. Recuerdo mi primera prueba, pintar un círculo en la pantalla, y mi cara de ilusión al ver que el ordenador lo hacía. De aquel círculo nació la ilusión por aprender a programar.

Actualmente veo la tecnología como herramienta facilitadora: la tecnología tiene sentido si es para facilitar la vida, a una persona, a la ciudadanía, a la sociedad… esa es la verdadera razón de ser de la tecnología.

¿Crees que es importante para la juventud adquirir competencias técnicas y conocer intrínsecamente la tecnología, independientemente de la rama profesional que se elija?

Creo que sería muy positivo que la juventud y quienes están estudiando, tuvieran unas nociones básicas de economía, de derecho, y también, de tecnología, pues al final son parte de nuestro ciclo vital.

¿Qué te llevó a estudiar una carrera técnica? ¿Cumplió tus expectativas? ¿Ha sido útil para el desarrollo de tu carrera profesional? ¿Animarías a las jóvenes andaluzas a adquirir una formación técnica?

Siempre he dicho que estudié informática por eliminación. La realidad es que me gustaban muchas áreas: la física, las matemáticas, los idiomas, el periodismo… todo me parecía interesante. Mi padre me orientó y me aconsejó, creo que muy sabiamente, para que fuera ingeniera. Decía que él no había tenido la oportunidad de poder estudiar una ingeniería, y que, si yo podía, tanto intelectual como económicamente, tenía que aprovechar la oportunidad. Nunca le agradeceré lo suficiente su consejo y guía, pues creo que acerté estudiando Ingeniería Informática.

A las jóvenes andaluzas les diría que tenemos unas universidades maravillosas en nuestra tierra, y que estas carreras enseñan a pensar, a estructurar las ideas, a enfrentarte a retos, a encontrar soluciones… la tecnología es el agua de nuestro tiempo, nada existe sin tecnología, por lo que la formación técnica puede abrir la puerta a cualquier sector.

¿Cómo ves el papel de las mujeres en el sector TIC? ¿Cuáles son los principales obstáculos a los que se enfrentan las mujeres en el desarrollo de su carrera en el sector? ¿Alguna anécdota al respecto? ¿Algún consejo para esas mujeres que temen o que se están encontrando con estas barreras?

Creo que aún somos pocas las mujeres que nos dedicamos al sector TIC. Cuando empecé la carrera en 1992, éramos 100 chicos y 25 chicas, y a día de hoy el porcentaje de mujeres en carreras STEM sigue siendo similar, hemos avanzado muy poco en el fomento de las vocaciones.

Lo más preocupante es que seguimos manteniendo los mismos estereotipos. Cuando me preguntaban, ¿qué estudias?, y yo respondía “informática”, siempre me decían lo mismo, “uy, pues no lo parece”. A día de hoy, en alguna reunión, me han preguntado si era interventora, o TAC, y cuando digo que soy del cuerpo TIC la respuesta es la misma: “uy, pues no lo parece”. Creo que debemos trabajar en romper estos estereotipos preconcebidos. Estoy segura de que, cuando esa percepción cambie, el número de mujeres en carreras STEM se ampliará.

¿Puedes hablarnos de alguna persona, hombre o mujer, que te ayudara a desarrollarte profesionalmente o que significara un apoyo esencial para ti? ¿Has tenido algún referente femenino que te inspirara o guiara?

He tenido mucha suerte y me han apadrinado muchas personas en el camino. Desde el instituto, cuando un gran amigo me animó a estudiar informática, pasando por mis compañeros y llegando hasta mis jefes, y jefas, que han sido mis mayores mentores y que siempre me han inspirado para seguir aprendiendo y mejorando.

¿Por tu experiencia, piensas que estamos avanzando para conseguir la igualdad de género real y efectiva en el sector TIC?

La sociedad ha avanzado mucho en los últimos años. Creo que en el sector TIC sí hay igualdad, al menos yo nunca me he sentido discriminada; lo que hay son pocas vocaciones TIC entre las mujeres, por estos estereotipos que hemos comentado.

Cuestión diferente es la conciliación: ahí creo que la sociedad, culturalmente, necesita avanzar mucho más, pues la responsabilidad de los hijos, de la gestión del día a día, aún creo que sigue recayendo mayoritariamente en las mujeres.

¿Qué les dirías a las personas dirigentes del Estado y a las responsables de las empresas del sector para que impulsaran acciones de impulso de igualdad de oportunidades?

Les diría que sigan apostando por la conciliación, por la flexibilidad y por el teletrabajo; que provean iguales oportunidades independientemente de si es hombre o mujer; que elijan a los mejores para los puestos directivos, ya sean hombres o mujeres; y que sean flexibles para permitir conciliar la vida profesional con la vida familiar.

En mi caso, tengo mellizos, un niño y una niña, de 10 años. A los dos educo por igual, aunque los dos son diferentes. Hago encaje de bolillos para poder estar cada primer día de cole, cada actuación en el colegio, cada clase abierta, cada cena en casa. Y a la vez, me implico al máximo en el trabajo y le dedico todo el tiempo que es necesario. Cuando hay flexibilidad, que es el quid de la cuestión, se puede conciliar.

La formación y coeducación de los niños y de las niñas son sin duda pilares fundamentales para el futuro de nuestra sociedad y economía. Y en este sentido, contar con referentes, como tú, que aporten dosis de realidad, cercanía, identificación e inspiración es fundamental. ¿falta actualizar los planes de educación en cuanto a asignaturas y orientación profesional, para dar a conocer el nuevo abanico de profesiones científico tecnológicas y las oportunidades que brindan? ¿Crees que se conocen las múltiples cosas que se pueden hacer con estas profesiones? ¿Qué le dirías a la juventud que está decidiendo “qué va a ser de mayor”?

Actualmente veo a muchas personas jóvenes, de 17-18 años, que no sabe qué hacer ni a qué dedicarse. Quizás se podría fomentar el conocimiento desde los institutos. Fíjate, cuando estaba en 3º de BUP mi profesor de matemáticas nos ofreció clases de informática; el instituto (público, Martiricos, en Málaga) realizó una inversión en la adquisición de ordenadores, y gracias a aquellas clases fuimos varios los que decidimos apostar por las carreras STEM.

Me gusta mucho una iniciativa que hay en Irlanda, Transition Year (equivalente a 4º de la ESO), un año en el que los alumnos tienen la posibilidad de conocer muchos tipos diferentes de profesiones, lo que les ayuda a decidir qué quieren estudiar. O la iniciativa del curriculum británico, el “work shadowing”, donde el alumnado acompaña a una persona en su trabajo diario para conocer más de cerca el trabajo que se realiza.  Sería fantástico que el plan de estudios español incorporara alguna iniciativa parecida, orientada a ayudar a los jóvenes a elegir su futuro.

En los últimos años, el sector TIC ha demostrado su transversalidad con otros sectores, se podría decir que, con todos los sectores, así como la multidisciplinariedad de perfiles que se van necesitando. Con este escenario tan propicio, ¿qué claves, condiciones o características tiene el sector para liderar el avance hacia la igualdad de género?

Nuestro sector tiene una característica fundamental para permitir la conciliación y la flexibilidad, y es la posibilidad de teletrabajar. ¿No te ocurre a ti que vas a la oficina para mantener reuniones por videoconferencia? La segunda característica importante es que nuestro trabajo se puede realizar con la misma calidad por un hombre que por una mujer, los equipos mixtos son en mi opinión los mejores.

Nos paramos ahora en las consideraciones éticas, ¿Es el momento de humanizar la tecnología para evitar reproducir sesgos y discriminaciones? ¿qué papel juega la ética en toda la revolución de la digitalización?

La ética juega un papel crucial en el futuro, ya presente, de la tecnología, en la era de la inteligencia artificial. Por eso es muy importante que los algoritmos no tengan sesgos para que no produzcan discriminaciones. No es fácil ponerlo en práctica, pues al final se aprende con información del pasado, que contenía muchos más sesgos, por lo que tendremos que aprender a calibrar esos resultados en base a unas reglas éticas. Desde mi punto de vista, es el mayor reto al que nos enfrentamos en la actualidad con los nuevos sistemas que estamos construyendo.

¿Qué importancia tiene un concepto como la sororidad en un sector como el tecnológico y las STEM?

“Solo no puedes, con amigos sí”, decía la bruja Avería. Los avances sólo se consiguen cuando se trabaja unidos por un fin común, hombres y mujeres hemos tomado consciencia de la importancia de la igualdad y entre todos y todas tenemos que seguir avanzando.

¿Qué papel juega la “innovación” en una institución histórica como la FNMT?

La innovación está en el ADN de la FNMT. Si no se innovara en esta empresa, no habría podido mantenerse durante más de 400 años. Los certificados electrónicos, por ejemplo, que ahora nos resultan tan familiares, surgen de un proyecto que nace en el año 1996, cuando nadie conocía la firma electrónica. Y seguimos innovando, con la incorporación de la video identificación remota, basada en técnicas biométricas, para permitir que la ciudadanía obtenga un certificado electrónico desde su casa, sin tener que ir a ninguna oficina. Actualmente estamos trabajando en la emisión de credenciales de identidad y atributos en el marco del proyecto de cartera digital europea, que esperamos que próximamente vea la luz.

¿Quieres aportar alguna idea o mensaje más? ¿te apetece lanzar algún mensaje?

Lo primero, felicitaros por vuestra iniciativa y daros las gracias por la invitación a participar, todo un honor que me consideréis un referente en el sector.

Y a las jóvenes, deciros que os animéis a elegir carreras y profesiones STEM, a que pongáis en práctica toda vuestra creatividad, sensibilidad e inteligencia, para crear un mundo mejor. Todavía nos queda mucho por descubrir y nos encantaría que fuerais una WomANDigital.