“Del Código al código”: mujer y ciberseguridad para hablar sobre el derecho digital en #CiberseguridadAND

Durante los días 2 y 3 de abril, la Agencia Digital de Andalucía, a través del Centro de Ciberseguridad de Andalucía (CIAN), ha celebrado su 4º Congreso de Ciberseguridad de Andalucía en Málaga, con el objetivo de reunir a especialistas y profesionales del sector para compartir conocimientos e innovación en seguridad digital.

En un espacio de más de 4000 m², en el que personas expertas, representantes institucionales, empresas consolidadas, startups y, por primera vez, el sector sanitario, han analizado los retos actuales desde diferentes enfoques, fomentando la colaboración entre sectores y generando nuevas oportunidades. Además, en la zona expositiva, las principales empresas del sector han compartido sus innovaciones, con el networking como motor de impulso de nuevas sinergias. Una edición, con la que Andalucía refuerza su compromiso con la ciberseguridad y mantiene su posición destacada a nivel nacional.

En este marco, desde WomANDigital hemos realizado el taller “Del código al código: cómo la ciberseguridad está transformando el derecho”, una charla con expertas donde abordamos las principales cuestiones sobre el derecho digital y la necesidad de la confluencia entre profesionales de la tecnología y juristas.

Esta charla, fue moderada por nuestra coordinadora María Luisa Ulgar, y contó con dos protagonistas de excepción:

  • Concepción Cordón: Project Manager en Hispasec Sistemas y Directora del Máster de Ciberseguridad en la Universidad Internacional del Valencia (VIU)
  • Lola Carranza: Directora de Derecho Digital y Negocios Tecnológicos en Montero-Aramburu

Durante esta hora, las expertas quisieron dejar claras algunas ideas clave para poder avanzar hacia una sociedad y economía digital, garantizando la seguridad de las personas y de las entidades. Para ello, es esencial entender que se debe ‘ir de la mano’, con perfiles multidisciplinares que permitan abordar la transformación digital desde todas las perspectivas, con especial énfasis en aquello que garantiza la protección de los datos y la privacidad: el derecho digital.

En palabras de María Luisa Ulgar, “en un mundo globalizado, tecnología y derecho son un ejemplo de esta nueva realidad, donde ya nadie vive en aislamiento y nuestra información puede ser fácilmente pública y maleable”. Este es el motivo de que se necesiten profesionales de la abogacía con especialización en ciberdelincuencia, ya que son quienes manejan y deben crear las leyes que nos protejan y amparen, así como defiendan de los nuevos peligros. Una labor imposible sin las personas expertas en tecnología y ciberseguridad, quienes deben descifrar, ‘traducir lo que está ocurriendo’, y saber actuar técnicamente para prevenir y para solucionar dichos ataques.

A debate, también se expuso una cuestión de máxima importancia: la reputación personal y empresarial. La implementación de las nuevas tecnologías en nuestro día a día, y en nuestro negocios ya no es una opción, es casi una obligación para la viabilidad a medio y largo plazo, es la clave para el futuro, y ello conlleva muchas oportunidades pero también riesgos inherentes. Entonces, ¿notificar o no notificar situaciones de peligro? La recomendación es que sí, porque de esta forma no solo el derecho digital puede darnos soluciones para enmendar, sino que además, impulsamos la creación de un marco normativo que se adecue a las necesidades de protección y defensa de la persona y las empresas, así como contribuimos a la preparación en materia de ciberseguridad ante nuevos tipos de ataques.

Para hacer posible toda esta nueva realidad, es necesario que universidades, escuelas y centros de negocio se transformen para preparar a las nuevas generaciones de profesionales que está demandado el mercado. Como declaraciones destacadas de nuestras expertas:

Lola Carranza: “La transformación digital ha generado el tratamiento de cantidades ingentes de datos, lo que requiere que se garantice su protección. Para ello, entidades y empresas deben tomar medidas preventivas, teniendo en cuenta que muchas de la información que se almacena son datos personales y deben cumplir con la normativa que rige el derecho fundamental ala protección de datos y la privacidad.  A tal efecto, también deben contemplar medidas reactivas, ya que en caso de sufrir un ciberataque que palien el impacto ya que puede ser decisivo en la viabilidad del negocio. Para ello, la seguridad debe tener un triple enfoque: jurídico, técnico y organizativo, no se pueden tomar medidas de forma aislada. En la adecuación de cualquier entidad a estos nuevos procesos de la digitalización, y nuevas políticas, profesionales de la tecnología y juristas tienen que ir de la mano para la implantación de acciones eficaces. Y más allá, la comunicación se convierte también en un pilar para la gestión de las crisis reputacionales derivadas de estas situaciones y sanciones.”.

Concepción Cordón: “Todas las empresas deben girar el rumbo hacia la gobernanza, calando desde lo más alto del nivel de la normativa, hasta lo más bajo del nivel técnico. Si no hay una coordinación en todos los ámbitos, la ciberseguridad nunca podremos controlar la ciberseguridad en una organización. Debe existir una comunicación entre las medidas organizativas y las técnicas, bidireccional y fluida, para que realmente funcionen dichas medidas y se puedan evitar y hacer frente a futuros ataques en materia de seguridad digital.

Como conclusión, en un mundo digital todo empieza y termina con código: código que construye sistemas, protege datos y nos conecta. Pero también , código legal, que regula, establece derechos y nos marca los límites.

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