27 de julio de 2023
En palabras de Matthias Gruber, “La curiosidad es el primer paso para el aprendizaje”. Y es que es, en la etapa infantil, cuando más despierta tenemos esta actitud ante los estímulos. Una predisposición innata, que nos permite interesarnos y así desarrollarnos acordes al entorno en el que crecemos. Y si ello es un hecho científico demostrado, ¿Por qué no aprovecharlo para mejorar la sociedad?
Desde que nacemos, somos esponjas que aprendemos viendo e imitando y, así, las familias, mamás y papás, son nuestra referencia más cercana, unas personas hacia las que incluso creamos cierta idolatría siendo nuestros modelos a seguir. Jugamos a qué queremos ser de mayor, y nos empiezan a interesar aquellos aspectos y temas que tenemos al alcance de nuestra mano y en nuestro día a día… Aquello en lo que trabajan mamá o papá es la primera toma de contacto con el mundo laboral que tenemos, casi sin saberlo. Disponemos pues, del espacio idóneo para enseñar valores como la igualdad de género en el ámbito profesional, acercando a las niñas aquellas profesiones que tradicionalmente han estado más vinculadas a los hombres, y viceversa.
Como responsables de la crianza y, sobre todo de la educación de las próximas generaciones, tenemos que tomar conciencia de esta influencia y de la importancia de nuestro papel en el desarrollo de las nuevas generaciones de ingenieras, informáticas, científicas, matemáticas, etc.
Sectores como el tecnológico, el científico o el deporte, han estado copados durante décadas por la figura masculina como protagonista, tal y como apuntan los datos de los últimos años sobre vocaciones, mostrados por el IECA (Sistema de información con perspectiva de género de Andalucía). Por ejemplo, tradicionalmente los cuidados han estado asociados a la mujer, y hemos crecido viendo a nuestras madres y abuelas dedicadas a la familia o dedicarse, por ende también, a profesiones como Ciencias de la salud, la única rama de las ciencias en el que el número de mujeres es mayor que el de hombres en tanto al alumnado matriculado en estudios de Grado científicos y técnicos en Andalucía, como el matriculado en Máster y personas egresadas.
En cambio, si nos vamos a carreras como ingeniería, observamos cómo las STEM arrastran desigualdades de género vocacionales, nacidas del propio juego e inspiración. Los niños juegan con coches y legos, las niñas con cocinas y bebés… Y es que, durante muchos años, los juguetes han sido fiel reflejo y herramientas de inspiración que han reproducido modelos patriarcales en la asignación de roles. El resultado: una falta de vocaciones científico tecnológicas en las niñas que derivan en una baja presencia de mujeres profesionales en estos sectores, tal y como demuestran los datos de Categorización de las mujeres del sector TIC en Andalucía, por ocupaciones tecnológicas y por edad:
La ingeniería, a la cabeza en el impulso del cambio de tendencias
Aterricemos ahora en 2023, y echemos una perspectiva hacia el futuro: es el propio sector el que necesita acabar con esta situación de desigualdad, pues demanda profesionales y talento para su propio desarrollo.
Otro factor determinante para el avance TIC es que es imprescindible la inclusión de diversidad de perspectivas, para poder así responder las necesidades de la sociedad al completo. Y en este punto, encontramos un papel muy activo de ingenieras que están liderando el impulso del papel de la mujer, visibilizando a estas profesionales y “mostrando” este camino laboral al talento del futuro. Un gran ejemplo lo tenemos en el evento internacional de Mujeres Ingenieras de Oracle Red Bull Racing, nacido con el objetivo de “inspirar a la próxima generación de mujeres ingenieras”.
“Al pasear por la sala, me he dado cuenta de que las mujeres tienen las habilidades, pero no saben cómo mostrarlas”. Aimee Gibbard
Las familias deben ser las encargadas de propiciar ambientes que permitan a niños y niñas mostrar y desarrollar sus habilidades, libres de condicionantes sociales.
Orientación profesional desde la infancia
La orientación profesional es un proceso madurativo que nos acompaña prácticamente durante toda la vida, incluyendo todas las acciones de asesoramiento, información y apoyo educativo-psicológico-social para la elección de profesión. (Ampliar información sobre las teorías de orientación vocacional).
Además, existen factores tanto individuales (motivación, aptitud y actitud), como sociales (creencias). Las familias juegan un papel determinante en la influencia social, al representar figuras referentes que sirven de la inspiración más directa y efectiva a los niños y niñas. Hemos oído hablar de la “profesión familiar” o profesiones de tradición familiar… Hemos jugado a ser madres como mamá, a ser padres como papá, y a imitar acciones que hemos visto en la cotidianidad del hogar.
Por ello, es esencial que asumamos esta tarea con la responsabilidad y coherencia que merece, para lo que os dejamos algunas recomendaciones:
- Informarnos para estar al día sobre la actualidad de la oferta formativa y demandas profesionales.
- Acudir a redes de apoyo especializadas.
- Participar de forma activa en la motivación desde edades tempranas, abriendo el abanico de posibilidades e impulsando las habilidades e intereses percibidas.
- Preguntar “¿Qué te gusta?” en vez de “¿Qué quieres ser de mayor?”
El sector TIC y las profesiones STEM son en gran parte emergentes, van naciendo de la mano del propio proceso de desarrollo tecnológico y, por lo tanto, son en muchas ocasiones desconocidas tanto en su existencia como en las oportunidades que suponen. Es por ello, que cobra más importancia esa necesidad de actualización, pues realmente nos encontramos ante las profesiones del futuro y, de no contemplarlas, realmente estaremos perjudicando a las futuras generaciones en su preparación para la vida real.
De la inspiración, más inspiración
Y para muestra, un botón.
“Ella es un ejemplo de la vida real de cómo las conversaciones que tuvo con ella cuando era niña han influido en sus elecciones posteriores como adulta. Al alentar las conversaciones sobre STEM desde el principio después de ver el póster de McLaren en la pared de su habitación cuando era niña, aprovechamos esa curiosidad natural que tenía la mayoría de los niños sobre el mundo”.
Son las palabras de Bruce, padre de Ella Podmore, galardonada científica de materiales de McLaren Automotive. Una historia real, que cuenta ya con un cortometraje que pretende servir de ejemplo sobre cómo las figuras familiares influyen en la elección profesional. Y es que no hay mejor formar de inspirar, que a través de la propia inspiración.
Ampliar la noticia: ‘El poder de los padres’: inspirando a la próxima generación de ingenieras (portalautomotriz.com)